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Política

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No basta con un cambio de siglas de PGR a FGR: Alejandro Ríos Rippa

Pese a que en la construcción del modelo de la fiscalía hay elementos con los que no están totalmente satisfechos, es de reconocerse que se escuchó a organismos de la sociedad civil y se lograron acuerdos, afirma.

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Para la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) es fundamental que en el nuevo modelo de procuración de justicia haya más que un cambio de siglas de PGR a FGR y ello pasa porque se construya una Fiscalía General de la República realmente autónoma, independiente y eficaz, planteó Alejandro Ríos Rippa.

El presidente de la Comisión Nacional Anticorrupción de la Coparmex explicó que los colectivos #FiscalíaQueSirva y #VamosPorMás, de los que forman parte, acompañaron al equipo de transición del gobierno entrante para construir una iniciativa de la Ley Orgánica de la FGR y, pese a que hay elementos con los que no están totalmente satisfechos, es de reconocerse que se escuchó a organismos de la sociedad civil y se lograron acuerdos.

Mencionó que, durante las mesas de trabajo, los colectivos buscaron que se incluyan tres aspectos fundamentales en el modelo de la FGR: independencia, autonomía y eficaz.

“No queremos el cambio de logo de PGR a FGR, queremos un cambio estructural a la procuraduría general”.

Indicó que para el sector empresarial es primordial que haya un pleno Estado de Derecho, por lo cual han impulsado la creación de la FGR, que haga realidad poner fin a la impunidad. En México, tiene que haber un verdadero Estado de Derecho, para lo cual hay dos áreas muy importantes: el combate a la corrupción y a la impunidad. No servirá de nada tener una Fiscalía General con los mejores nombramientos, incluso con el mejor fiscal, si no combate eficazmente la impunidad.

Remoción del fiscal, aspecto clave

El empresario enfatizó que hay aspectos clave que deberán cuidarse en el andamiaje jurídico que dé vida a la fiscalía, porque no todos están considerados en la iniciativa que presentó hace unos días el grupo legislativo de Morena en el Senado. Uno, señaló, es que el nombramiento del fiscal general no recaiga en una sola persona sino que sea a través de un proceso a cargo del Congreso, en el que se tome en cuenta la opinión de las organizaciones de la sociedad civil.

Otro es la remoción del titular de la fiscalía, pues esa facultad no debería recaer en el presidente de la República.

La remoción es un punto estratégico, lo vimos en un caso importante donde aplicaron el código de ética al fiscal especializado en delitos electorales, Santiago Nieto, cuando estaba haciendo bien su trabajo, y eso es lo que no queremos, que la remoción sea basada en un acuerdo sino que sea aprobada por dos terceras partes del Senado.

Uno más, dijo, es la duración. Si bien hasta ahora se propone que sea de nueve años, los colectivos plantean que sean seis y de manera transexenal; para lo cual sería necesario nombrar a un fiscal de transición que esté en el cargo sólo tres años y de paso a otro que laboraría tanto en el sexenio de López Obrador como en el próximo.

Además, explicó, piden que se cree un Consejo Técnico que esté cerca de las decisiones de la FGR, integrado por ciudadanos, similar a lo que ocurre con el Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción.

Sostuvo que, si se lograran incluir esos aspectos en el modelo de la FGR, México tendría avances importantes en la procuración de justicia; en caso contrario, expuso, no significa que haya una derrota, pues a diferencia de hace cuatro años, la sociedad civil ha sido tomada en cuenta.

“Si perdemos una batalla, no significa que perdimos la guerra, tenemos todavía una sociedad muy activa que estará supervisando (...) Si no logramos una fiscalía autónoma como la que proponemos, lo que queremos es que se cree una fiscalía, así que el próximo paso es cuidar que no haya sólo un cambio de PGR a FGR”.

El reto es mayúsculo

Alejandro Ríos planteó que, si bien hay optimismo en que a la brevedad se apruebe el marco legal de la Fiscalía, habrá que poner atención en que se realicen las reformas constitucionales pertinentes que permitan funcionar debidamente a la nueva institución encargada de la procuración de justicia.

“Una cosa es que puedas  crear una Fiscalía General, poner el logo y crear la estructura que estamos proponiendo, eso se puede lograr. Sin embargo, la segunda parte del reto es si funciona como una fiscalía que queremos, que sea eficaz, independiente”, precisó.

lidia.arista@eleconomista.mx

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