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Las elecciones en las que Elba Esther jugó sola
A diferencia de las contiendas electorales de los expresidentes Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón, la líder del SNTE no acompañó al mandatario Enrique Peña Nieto durante su campaña electoral realizada en el 2012.
A diferencia de las contiendas electorales de los expresidentes Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón, la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) no acompañó al mandatario Enrique Peña Nieto durante su campaña electoral realizada en el 2012 y en esa carrera apoyó al candidato del partido que fundó, el Partido Nueva Alianza (Panal), Gabriel Quadri de la Torre.
Al término de las elecciones el presidente de NA, Luis Castro Obregón, la ahora senadora e hija de la líder sindical, Mónica Arriola, y el excandidato presidencial de esta fuerza política, Quadri de la Torre, aceptaban su derrota, pero celebraban el registro del partido, con 4% a nivel federal, 3.4% para la elección presidencial y en la elección de senadores, con 3.5 por ciento. Cabe destacar que en el arranque de la contienda electoral del Partido Nueva Alianza previo a la ruptura de la alianza con el Partido Revolucionario Institucional, Luis Castro Obregón dijo entrevistado por El Economista que la dirigente del SNTE era la mejor política en México y negó que la profesora les haya otorgado dinero del sindicato.
Elba Esther Gordillo es sin duda la política mexicana más importante del país, tiene un liderazgo claro y ha sido una de las impulsoras de las reformas no sólo del país, generando, entre otras cosas, la libertad de filiación partidista y militancia y sacó desde 1992 al SNTE del PRI como un sindicato corporativo , afirmó.
Si bien en el inicio de su campaña electoral, Gabriel Quadri se mantuvo al margen de La Maestra argumentando que ella no tuvo nada que ver con su candidatura, tras comer con la líder sindical en su casa, el ambientalista y economista la calificó como una persona inteligente y durante sus discursos, la alejaba del problema de educación que sufre el país.
ana.langner@eleconomista.mx