El PRI, un partido fracturado

En el 2012, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) celebrará –si la vida sigue su curso- su 83 aniversario, pero también cumplirá 25 años desde su primera gran división y que, lejos de sanar, se ha mantenido como una sombra amenazante.

Esas divisiones internas contribuyeron a la derrota del PRI en las elecciones presidenciales del 2000 y del 2006 y a nivel estatal en 2010 cobraron sus facturas en Oaxaca, Puebla y Sinaloa.

Son muchos años y el PRI no han podido dar solución a ese problema. Por supuesto, ha hecho lo posible por construir unidad, pero lo hace a la antigua, por decisión de unos cuantos líderes: Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes, Enrique Peña Nieto y otros cuantos más, a los que se suma el gobernador respectivo. Pero no siempre funciona , señaló el analista político Federico Estévez.

En entrevista con El Economista, el catedrático e investigador de tiempo completo del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), consideró que uno de los retos que enfrentará el actual presidente nacional del PRI, Humberto Moreira, serán precisamente las divisiones, fisuras y rupturas al interior del partido, a nivel nacional y estatal.

El también maestro en Ciencia Política por la Universidad de California, recordó que fue en 1987 cuando salieron del PRI Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo y en el trienio 1997-2000 dejó el partido Ricardo Monreal y no parece que haya solución a ese dilema fundamental para cualquier partido: el de su divisionismo a flor de piel .

Estévez, en cuyos campos de interés están los partidos políticos y las elecciones en México, sostuvo que las fisuras en el PRI son reales y se basan en las ambiciones individuales de algunos de sus líderes.

Pero la raíz del problema también se halla en el conflicto que se presenta cada vez con mayor frecuencia desde 1987 y que surge de la disputa por las candidaturas entre la dirigencia nacional, el gobernador en turno y los contendientes o rivales viables.

Estos, los principales puestos, parecen ser imposibles de contener en cuanto a sus efectos de separación, polarización o enfrentamiento dentro del PRI. Ya son 25 años y eso ya es terrible , comentó.

PRIISTAS VS PRIISTAS

Federico Estévez, quien en 1994 trabajó como asesor en la Presidencia de la República, prevé sin embargo que el 2011 será para Humberto Moreira un año menos difícil de lo que fue para el PRI el 2005 bajo la dirigencia de Roberto Madrazo, quien entonces movía los hilos para obtener la candidatura de su partido para la elección presidencial.

Otro año difícil, señaló, fue 1999, cuando los contendientes objetaron las reglas y el proceso de selección de candidato a la elección presidencial, la cual finalmente obtuvo Francisco Labastida, quien debido a los gastos de la contienda interna, dispuso de menos recursos para la campaña presidencial.

No fue 1999 un buen año y ciertamente la presidencia partidista no fue muy estable, no resultó bueno y le dolió a Labastida que después se creara, sobre todo con Madrazo, lo que se conoció como el ‘Sindicato’, con los gobernadores del sureste y oriente del país, que no operaron con completa energía a favor de Labastida .

Resultado de la lucha interna fue que, en la elección presidencial del 2000, Labastida se impuso a Vicente Fox por apenas dos o tres puntos en Tabasco.

No fue una buena elección, y se le hizo lo mismo a Madrazo seis años después, en el 2006 por la otra fracción .

No obstante el historial de divisiones y luchas internas en la historia reciente del PR, la coyuntura actual parece menos peligrosa y riesgosa que los episodios anteriores .

No le ha ido bien al PRI en año electoral presidencial: 1988, 1994, 2000, 2006, pero este 2012 se ve mejor , consideró el académico del ITAM.

¿PARTIDO MONOLITICO?

De acuerdo con el último balance entregado por la ex lideresa del PRI, Beatriz Paredes, este partido gobierna en 19 de las 32 entidades federales del país, 62% de los 2,440 ayuntamientos que hay en México están gobernados por presidentes emanados del tricolor.

Cuenta además con 234 diputados federales y hasta 257 en alianza con el Partido Verde Ecologista de México, lo que le da mayoría en la Cámara de Diputados.

Aún con esa solidez, el PRI no las tiene todas consigo.

En el 2012 sí es posible ver un escenario distinto respecto al PRI, pero para avivar el fuego por lo menos tiene que haber humo saliendo de alguna parte, y no es obvio que haya candidatos viables capaces de competir por ejemplo contra Enrique Peña Nieto, ni tampoco contra líderes nacionales del estilo de Manlio Fabio Beltrones, que es el más fuerte de ellos. Me parece difícil ahorita, pero no es imposible.

apr