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¿Y la izquierda, ‘apá?
En resumen, si usted es de izquierda, no le busque, no habrá en la boleta electoral nada parecido a lo que busca.
Por primera vez, desde 1982, vamos a una elección de presidente de la República en la que no hay un solo candidato de izquierda. Los partidos de izquierda quedaron escondidos en las diferentes alianzas y perdieron sus agendas o renunciaron a ellas a cambio de unos votos más.
Si alguien pensaba que Andrés Manuel López Obrador es de izquierda basta, para desengañarse, con que le eche un ojo al gabinete presentado y a la alianza con el Partido Encuentro Social (PES), que representa al más conservador de los grupos evangélicos del país. En la parte de política económica lo que propone López Obrador está más cerca del viejo nacionalismo revolucionario del siglo pasado que de la izquierda del siglo XXI. En política social las propuestas son de corte neopopulista: el apoyo a los ninis puede tener un efecto positivo a corto plazo, que es cerrarle la puerta al crimen organizado para que siga reclutando jóvenes que ni estudian ni trabajan, pero a la postre terminará convirtiéndolos en nininis; es decir, que ni estudian, ni trabajan, ni les interesará hacerlo. Finalmente, la agenda de ampliación de libertades no es y nunca ha sido lo suyo. Podemos decir sin lugar a equivocarnos que en esta materia AMLO es el candidato más conservador y la alianza con el PES no hizo sino confirmarlo.
Con José Antonio Meade, el PRI dio un paso más hacia a la derecha, como lo ha venido haciendo desde De la Madrid a la fecha, pero en esta ocasión es quizá el partido que quedó más a la derecha. Ya nadie en el PRI habla de justicia social, de sindicalismo, no digamos de revolución. El PRI escogió al candidato que más se acerca a los intereses empresariales y no a sus grupos organizados de obreros, campesinos y del sector popular.
El Frente por México o como se llame (no entiendo el afán de ponerlo al revés) terminó siendo dominado por Acción Nacional. El PRD, que ha encabezado la ampliación de libertades en este país, renunció a esa agenda a cambio de que el PAN suspenda también el combate a ella. En el mejor de los casos no se moverá nada en esta materia. En política económica la propuesta es básicamente la misma de los últimos años. Curiosamente, en política social el Frente tiene la agenda más de avanzada o que puede considerarse más de izquierda, que es la propuesta de renta mínima, que guste o no, es claramente una agenda de los sectores de izquierda.
En resumen, si usted es de izquierda no le busque, no habrá en la boleta electoral nada parecido a lo que usted busca. La única opción de izquierda es la candidata indígena, María de Jesús Patricio, pero que no logrará los votos pues, como dijo mi amigo Ortuño, la lista de quienes dimos el apoyo a Marichuy terminará siendo, en el mejor de los casos, un buen padrón de gente alivianada.