Salvando lo insalvable. Caso Grecia

Al primer minuto del 27 de noviembre, el FMI y la Unión Europea alcanzaron un acuerdo para destrabar los 56,783 millones de dólares que facilitarán a Grecia para evitar la moratoria. Una quiebra que pretenden esquivar... al menos hasta el año que entra.

El acuerdo fue posible después que el FMI flexibilizó su posición sobre la reducción de la deuda para el año 2020.

Ahora, los nuevos supuestos de la Troika - FMI; BCE y la Unión Europea- prevén que el gobierno del país heleno logrará recortar sus obligaciones públicas desde el 170.7% del PIB que registran hoy, hasta un 124% del Producto, ¡en ocho años!

Para lograr la monumental hazaña, se supone que no habrá quita parcial ni condonación de deuda, como inicialmente había previsto el FMI.

El meollo del asunto

Los países de la eurozona accedieron a rebajar en 100 puntos básicos el tipo de interés de los préstamos bilaterales concedidos a Grecia. (Alemania y Francia son los principales acreedores).

Además, alargaron en 15 años el plazo de devolución de todos los créditos y accedieron a retrasar en 10 años el pago por parte de Atenas de los intereses de los préstamos concedidos por el fondo de rescate. También habrá un programa de recompra de la deuda griega.

Finalmente, el Banco Central Europeo (BCE) transferirá a los bancos nacionales los beneficios logrados de los bonos griegos que tiene en su poder y estos a su vez se los darán a Grecia.

Todas estas medidas reducirán en 20 puntos la carga de la deuda griega, según estimaciones de la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, en los próximos ocho años.

Ay Ajá!!!

¿Cómo esperan el FMI y el Eurogrupo que Grecia conseguirá los recursos suficientes para ir pagando la deuda que tiene ahora que está por completar un lustro en recesión?

¿Qué inversionista en su sano juicio estará dispuesto a echar a andar un negocio incluso turístico en la meca de la civilización occidental, cuando el pueblo griego está enardecido por tanta austeridad y aumento de impuestos?

La deuda pública en 170.7% del PIB implica que ni siquiera si Grecia pudiera destinar toda la riqueza generada en un año (sin recesión), podría pagar su deuda pública completa.

Para mí, estas medidas no son más que una nueva compra de tiempo, mientras los demás países de Europa sanean sus finanzas, para resistir la inminente quiebra de Grecia.

No hay, señores, de donde genere riqueza la economía Griega. El año que entra el FMI está diagnosticando una nueva contacción del PIB de 4%, con lo que se sumarían seis años en recesión, y billones de dólares de riqueza destruida.

Un pueblo empobrecido sin recursos para seguir fondeando al fisco, desempleado y sin expectativas de conseguir no digamos con qué pagar impuestos. ¡¡¡No tienen para comer!!!. Seguro, la promesa de recortar en 50 puntos del PIB la deuda pública en ocho años, inflamará –otra vez- a la enardecida Grecia social. Pues sin quita de deuda, y con la monumental recesión que mantendrá al menos hasta el año 2014, el gobierno griego tratará de conseguir recursos del contribuyente.

De rodillas

A cambio de no caer en moratoria, por ahora, Grecia tomará la amarga medicina dictada desde los intereses de Washington y Bruselas. Y todo por haber renunciado al señoriaje que de otro modo, le daría oportunidad de impulsar su comercio y la economía.