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Opinión

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Keynes y el actual caos económico

Hace 70 años murió John Maynard Keynes, sin duda, uno de los más relevantes economistas del siglo XX. Además de ser un agudo analista de la economía teórica, contribuyó con sólidas propuestas en las reuniones internacionales creadas para resolver la problemática económica de la primera mitad del siglo. Pero si ello fuera poco, fue un esteta y se casó con una bailarina de la compañía rusa de Diaghilev: Lydia Lopokova, dueña de un refinado exotismo y arte.

Dos aportaciones valiosas sobresalen entre lo mucho que hizo. Una fue oponerse críticamente y con un buen soporte analítico a la purga que se le hizo a Alemania en el Tratado de Versalles, después de la Primera Guerra Mundial. Keynes consideró que con ello era imposible la recuperación de la economía alemana y europea. Escribió Las consecuencias económicas de la paz, en donde advertía los peligros de esas decisiones. Sus premoniciones se cumplieron con la llegada al poder de los nacionalistas populistas, Hitler y Mussolini, en Alemania e Italia, respectivamente.

Otra contribución importante fue reconocer el papel positivo que tiene el gasto público deficitario para enfrentar la crisis mundial que condujo a la Gran Recesión. Keynes creía que la crisis era la expresión de una insuficiencia en la demanda efectiva, lo que sugería que con más consumo e inversión se podría superar la crisis, de otra manera el sistema era incapaz de hacerlo. Las ideas de Keynes fueron aplicadas con éxito en Estados Unidos, en el gobierno del presidente Roosevelt.

Observando el presente, surge la consideración de que necesitamos más de Keynes con sus adaptaciones para superar el caos, en donde sobresalen conflictos entre los responsables de la política económica de los países más importantes y las instituciones internacionales.

Actualmente, la economía mundial se ha complicado porque las tasas de interés son negativas, castigando a los ahorradores y premiando a los deudores. Aun así, no se recupera.

También, socialmente existe tanta decepción que la idea del progreso ya no seduce, porque los gobiernos si bien son legales, no son legítimos en la gestión del cumplimiento de sus promesas. Aun así, el paradigma sigue siendo crecer aunque no se logre.

El Banco Central Europeo (BCE) ya inició, aunque tardíamente, una política de variante keynesiana: en vez de apoyar el mayor gasto público, difícil en las coyunturas presentes por el desmontaje que se ha hecho de la economía mixta, acude a apoyar a los bancos para otorgar más crédito a la actividad económica, financiar eurobonos y hacer que funcione el helicóptero del dinero , término inventado por Milton Friedman para ilustrar la canalización directa de créditos a empresas y consumidores,

Esta política se basó en la experiencia estadounidense, especialmente cuando se lanzó en el 2010 una expansión de dinero por medio de los bancos para aumentar el crédito.

Pero esta posición, al igual que la que realiza el BCE, tiene una fuerte oposición en Alemania con el ministro de Finanzas Schäuble, y en Estados Unidos con la extrema derecha republicana que está anclada en las políticas restrictivas.

Lo importante es que tanto el presidente Obama como el expresidente de la Reserva Federal Bernanke en Estados Unidos derrotaron la recesión. Y ello es un ejemplo de que la legitimidad de gestión descansa en la eficacia. Keynes lo dijo en los siguientes términos: En una intervención adaptada del Estado es donde encontramos la salvación de la crisis. Intervención adaptada quiere decir tomar en cuenta los mecanismos reales de funcionamiento de la economía .

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