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Foto estadística de las farmacéuticas en México
La Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) acaba de emitir el segundo compendio estadístico del sector en México. Es como una fotografía que revela cómo ha sido el comportamiento de esta rama industrial en los últimos siete años. Con ello, la rama farmacéutica pone en números el verdadero peso y relevancia que tienen como motor de desarrollo de la economía y el sistema nacional de salud.
El II Compendio Estadístico de la Industria Farmacéutica en México fue realizado con apoyo de IMS Health y PwC México, con base en una recopilación de datos entre los 199 laboratorios afiliados a la Canifarma. Abarca cifras del 2007 al 2014 y aporta elementos de comparación en aspectos clave como ventas, empleos, inversiones, exportaciones e importaciones.
Algo interesante de este compendio es que abarca las estadísticas no sólo de los 104 laboratorios de la Canifarma dedicados a producir medicamentos de uso humano, sino también los 32 que producen fármacos de uso veterinario y otras 63 empresas de dispositivos médicos. La diferenciación es muy útil porque normalmente hablamos de las productoras de fármacos de uso humano, pero las otras dos especialidades también son parte del sector farmacéutico y su comportamiento llega a ser muy distinto. Así, el valor de ventas de las empresas afiliadas a la Canifarma en el 2014 sumaron 204,445 millones de pesos. Hay que saber que si consideramos exclusivamente las ventas de medicamentos de uso humano, la cifra es de 152,549 millones de pesos con un volumen de 2,660 millones de unidades. Pero hay que agregar otros 42,528 millones de pesos en ventas de dispositivos médicos y 9,369 millones de pesos del área animal.
El crecimiento del sector entre el 2007 y el 2014 se dio a una tasa anual compuesta de 4.3% en términos nominales, lo que significa que estuvo por abajo de la industria manufacturera en general, que creció 6.3%, y del PIB nacional, que fue de 5.9%, siempre en términos nominales, es decir, sin descontar la inflación. Los empleos que genera el sector farmacéutico en México suman 86,783 plazas, 14% más que en el 2007, cuando generaba 76,026 plazas laborales. Y algo destacable es la alta especialización del personal de esta industria, pues más de 10% son empleos con escolaridad de maestría o doctorado, y este rango se incrementó 74% en seis años.
Un dato de sumo interés es que del 2009 a la fecha se registra un aumento en las exportaciones de productos farmacéuticos desde territorio mexicano y aunque aún es incipiente, refleja un ajuste en la balanza comercial de este sector que viene siendo deficitario de hace años. Las exportaciones de medicamentos crecieron 61.2% entre el 2007 y el 2013 en términos nominales en dólares, en tanto que las importaciones lo hicieron en 25.2 por ciento. Es un verdadero punto de inflexión y se está logrando, nos dice Dagoberto Cortés, como presidente saliente de la Canifarma, sin tener incentivos como sí los tiene la industria farmacéutica en otros países.
Aun así, nos falta mucho, pues la balanza comercial farmacéutica es muy deficitaria: lo que importamos de fármacos (5,596 millones de dólares en el 2014) es cinco veces más de lo que exportamos (1,144 millones de dólares), pero claramente se está viviendo un cambio definitivo en la tendencia, pues en el 2008 era siete veces más grande lo que importábamos.
En el renglón de inversión, el compendio refleja que la inversión de la industria afiliada a la Canifarma no ha dejado de crecer. En los siete años reportados el sector invirtió más de 200,000 millones de pesos acumulados. Y de esta cantidad, una parte importante (15.5% para el caso de medicamentos) se destina a investigación y desarrollo.