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Cananea, historia de chantajes
RICOS Y PODEROSOS Por: Marco A. Mares
La historia reciente de la Mina Cananea es una historia de chantajes. Por lo menos en la versión del presidente de Mexicana de Cananea, Javier García de Quevedo.
Ante los integrantes de la Comisión Cananea de la Cámara de Senadores, encabezada por Arturo Núñez, García de Quevedo denunció que los movimientos de huelga en contra de la Mina de Cananea, en realidad, son para lograr el retiro de las órdenes de aprehensión en contra del exdirigente minero Napoleón Gómez Urrutia.
Además, el sindicato minero pretende la obtención de entre 80 y 100 millones de dólares por presunto daño moral.
La acusación de Javier García Quevedo coincide con las denuncias públicas que ha hecho en el mismo sentido el secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón.
La Mina de Cananea está a punto de levantar la huelga que lleva ya más de dos años y el sindicato ya presentó cuatro nuevos emplazamientos de huelga.
La presión y el chantaje de parte del sindicato contra la empresa no es nueva.
A partir del 2001, el sindicato minero realizó 32 huelgas en unidades de Minera México hasta conseguir que la empresa le entregara 55 millones de dólares.
El Presidente de Mexicana de Cananea denunció que con las mismas presiones, el sindicato logró que la empresa le entregara 55 millones de dólares a finales del 2005, cuyos beneficiarios eran los trabajadores de las empresas mineras de Grupo México de Germán Larrea: Mexicana de Cananea, Mexicana de Cobre, Minerales Metálicos del Norte e Industrial Minera México.
Son los mismos 55 millones de dólares por los que Napoleón Gómez Urrutia está siendo perseguido, acusado de fraude en contra de los trabajadores.
Se trata, sin duda, de una historia de chantajes que ha protagonizado Napoleón Gómez Urrutia y el sindicato que lo respalda.
En ese contexto, la firme actitud del Secretario del Trabajo, y de rechazo absoluto al chantaje, es todavía más notable. La pregunta, sin embargo, es por qué no se ha podido lograr la extradición del exdirigente y por qué se permite la presión sindical, cuando a todas luces se trata de un chantaje.
Aeroméxico, liquidez; Mexicana, ¿sin garantías?
Ayer le comenté en este espacio que Aeroméxico, dirigida por Andrés Conesa, no ha dejado de pagar en ningún momento las rentas correspondientes a los contratos de arrendamiento y que está al corriente de sus pagos con el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), en todos los conceptos.
Bueno, pues ahora le comento que la demanda por parte del AICM en contra de Aeroméxico, si existe, como también existe un acuerdo entre las partes.
Aeroméxico y el AICM acordaron el tipo de garantía que colocará de por medio la aerolínea y la terminal retirará la demanda en breve.
Como le informé, el problema se originó porque el AICM no recibió las fianzas que regularmente le entregaba Aeroméxico en la renovación automática de los contratos.
En consecuencia, la afianzadora no emitió las pólizas en los términos exactos que requirió el AICM, por lo que Aeroméxico incumplió involuntariamente.
Por otra parte, y en un tema distinto pero también relacionado con Aeroméxico, le cuento -amigo lector- que la empresa de José Luis El Chacho Barraza está estudiando con quién contratar el financiamiento que requiere.
Tiene varias alternativas. La de Bancomext, de Héctor Rangel Domene, y la de Banamex que comanda Enrique Zorrilla y que además es socio de la aerolínea.
Adicionalmente, tiene otras opciones en los mercados internacionales.
Por lo pronto, Aeroméxico está reuniendo los papeles que le pide Bancomext y en paralelo analiza las otras alternativas.
La aerolínea puede tomar la decisión con mucha tranquilidad y calma pues recientemente sus accionistas le inyectaron 500 millones de pesos.
Aeroméxico registra ingresos anuales superiores a 2,000 millones de dólares y su deuda es del orden de 230 millones, lo que le da un excelente margen de maniobra.
Ya que hablamos de aerolíneas, Mexicana de Aviación, de Gastón Azcárraga, sigue registrando problemas para concretar el crédito que le extiende Bancomext.
Y es que, aseguran fuentes cercanas, Mexicana ha ofrecido en garantía aviones que en el mercado tienen un valor menor al que le dijeron al banco y al respaldo de los recursos que solicitan.
Además, puso como obligaciones solidarias para el crédito sus bases de mantenimiento en la ciudad de México y en Guadalajara. Estas bases de mantenimiento no son de Mexicana. La aerolínea se las renta al AICM y a Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), respectivamente.
Los de GAP, al tener la concesión de los aeropuertos son los dueños reales de estos inmuebles que, además, se encuentran en propiedad federal.
Aunado a la problemática de Mexicana hay que sumar la crisis por la que atraviesa Grupo Posadas, también de Gastón Azcárraga, que acaba de reconocer una pérdida de más de 180 millones de pesos para liquidar parte de la apuesta que hizo en derivados, por lo que su situación se ve aún más complicada.
Cuentos veras
La industria aseguradora del país registró un comportamiento positivo, a pesar de que la economía nacional registra una de las caídas más importantes al cierre del segundo trimestre.
De acuerdo con cifras de la Asociación Mexicana de la Industria de Seguros (AMIS), que dirige Recaredo Arias, al mes de junio de este año el sector asegurador alcanzó 119,000 millones de pesos en cifras nominales, representando 15% de avance con relación a lo logrado a la misma fecha del año previo.
Descontada la inflación, las cifras totales son todavía positivas: 8.8% de crecimiento en términos reales. Aun sin considerar la póliza multianual contratada por Petróleos Mexicanos, el sector avanzó 8.6% en valores nominales y 2.8% en términos reales.