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Finanzas Personales

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La seguridad financiera empieza con la responsabilidad (I)

Toda inversión a largo plazo debe incluir un porcentaje en Bolsa, no sólo de México sino de otras países.

Muchas veces he afirmado que gran parte de nuestros problemas financieros nacen porque tomamos decisiones irresponsables con nuestro propio dinero. Casi todos los días llegan a mi blog casos de lectores que han tenido experiencias desagradables y, cuando uno lee entre líneas, se puede dar cuenta que ésta es la causa de raíz.

Ejemplos hay muchos: desde aquellos que han tomado un crédito tras otro y ahora están desesperados, hasta los que perdieron mucho dinero al invertir su patrimonio en algo que les prometía ganancias muy atractivas, sin ni siquiera entender de qué se trataba.

Es pertinente mencionar algo que he dicho en muchas ocasiones: la pregunta más frecuente que recibo de la gente es la siguiente: ¿dónde invierto mi dinero, que me pueda dar buenos rendimientos? Son personas que esperan una respuesta concreta, como si hubiera un Santo Grial de las inversiones. No se dan cuenta de que corren un gran peligro al preguntarme eso, sin decirme cuáles son sus objetivos financieros o su horizonte de inversión, tampoco sé cuál es su tolerancia al riesgo. Así, se exponen a recibir una respuesta que no pueda ser adecuada para sus necesidades o que implique un riesgo desconocido, que no están dispuestos a asumir.

Yo, por ejemplo, estoy convencido de que toda inversión a largo plazo debe incluir un porcentaje en Bolsa, no sólo de México sino de otras partes del mundo. La diversificación es un concepto fundamental, pero la construcción del portafolio ideal depende mucho de las características de cada individuo. Sería por lo tanto irresponsable responder: compra estos ETF en una casa de bolsa para crear un portafolio con estas ponderaciones si no los conozco, si ni siquiera sé si sepan qué es un ETF o por qué es un instrumento que les puede funcionar mejor que los fondos de inversión. ¿Cómo reaccionarían estas personas si de repente hay una crisis global y los activos financieros se deprecian, como es normal, porque los mercados tienen ciclos? ¿Serían capaces de mantener esa inversión? ¿Se asustarían y venderían todo? ¿Empezarían a buscar culpables, empezando por mí?

Una asesoría, siempre lo he dicho, es un consejo. Nunca se debe tomar a ciegas, la decisión al final es de uno mismo y uno debe estar preparado para enfrentar las consecuencias de sus actos, así sea seguir el consejo de un experto.

Ahora bien, la toma de decisiones irresponsable sucede en otros ámbitos, por ejemplo los créditos. La cantidad de personas que tienen varias tarjetas de crédito y que han dejado que su deuda crezca de forma exponencial. Los que encima de esto toman un crédito de nómina simplemente porque el banco se los ofreció, sin conocer siquiera la tasa de interés que van a pagar.

El otro día discutí con una persona que no quería asegurar su casa, cuando es sin duda su activo más importante, su bien más valioso. Su argumento: ¿para qué? ¿Qué es lo peor que podría pasar? Yo he visto personas que perdieron todo en el Terremoto de 1985 y que tuvieron que vivir en casas de campaña sobre los escombros, porque no tenían otra alternativa. Todos los años vemos en los noticieros gente que lo pierde todo por una inundación o un gran huracán. Hemos visto edificios enteros que se incendian por un simple accidente en la cocina en uno de los departamentos. O por un corto circuito. Pero siempre el típico pensamiento: eso no me va a pasar a mí .

He sido testigo de personas que son el sostén de su familia y fallecen sin haberlos protegido con un seguro de vida. Sin haber dejado un testamento. He visto casos alarmantes en donde la casa donde vivía la familia estaba hipotecada sin que la esposa lo supiera, o peor aún: a nombre del socio del marido.

Este fin de semana recibí un correo de una persona que decidió emprender su propio negocio, para el cual hipotecó la casa. Al principio le fue bien, pero luego por la crisis los clientes le empezaron a fallar con los pagos. Entonces, para no retrasarse con los proveedores, tuvo que tomar un préstamo personal. Ante la falta de liquidez, dejó de vender a crédito: sólo de contado. Las ventas empezaron a caer, pero los gastos continuaban (incluso crecieron por los intereses de dicho préstamo). Su negocio tuvo que cerrar, hoy está desempleado, con deudas grandes y el patrimonio familiar comprometido.

Apostó todo y perdió. ¿Qué consejo le podría dar? Honestamente, es muy difícil para mí saber cómo podría salir adelante.

¿Cómo mantenernos alejados de este tipo de problemas para mantener nuestra seguridad financiera? En la siguiente entrega daré algunos consejos al respecto.

Te invito a visitar mi página: http://www.planeatusfinanzas.com, el lugar para hablar y reflexionar sobre finanzas personales.

Twitter: @planea_finanzas

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