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Grandes cambios en electricidad, a la vista
El autoabasto a pequeña escala modificará radicalmente las reglas de la industria, prevén.
Los consumidores de electricidad en México tendrán una transformación radical en los próximos 15 años siguiendo la dinámica global, al convertirse también en productores de energía, una vez que se aprueben los lineamientos para generación distribuida a lo largo del próximo mes.
El Manual de Prácticas de Interconexión, en el capítulo de generación distribuida, que se encuentra en consulta pública en la Comisión Federal de Mejora Regulatoria, establece los lineamientos técnicos para que un usuario de cualquier tamaño conectado a la red instale y pague a plazos diferidos un medidor bidireccional que le permita inyectar la energía que produzca en instalaciones propias como páneles solares, misma que se le deducirá de su consumo cuando necesite tomar electricidad de la red.
Este proceso ya se llevaba a cabo a través de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), mediante seis trámites distintos que duraban alrededor de dos años; la diferencia es que ahora será contratado directamente con el administrador de la red, que es el Centro Nacional de Control de Energía, ahorrando tiempo y gestiones burocráticas.
Con la aprobación y puesta en marcha de este nuevo ordenamiento se activarán también los incentivos fiscales definidos en la Ley de Transición Energética en este rubro, ya que todos aquellos que generen energía limpia y puedan probar que realizan una aportación a la transición energética gozarán de descuentos en su recibo eléctrico.
Ante este cambio, los grandes productores fotovoltaicos del país, como Iusasol o la propia CFE, mediante su subsidiaria de generación solar, comenzarán también a masificar la oferta de servicios de comercialización para conjuntos de consumidores, como poblados completos en zonas rurales o colonias residenciales en las urbes, a quienes ofrecerán la instalación de sistemas de generación a pagos diferidos con los cuales reducirán su consumo y pago de energía.
Hacia un mercado eléctrico
Autoridades de la Secretaría de Energía detallaron a El Economista que el cambio en generación distribuida se suma a los avances que ha tenido el subsector de electricidad desde la reforma energética, entre los cuales destaca la conclusión de la primera subasta de largo plazo, en la que 11 empresas en siete entidades comprometieron 18 proyectos que en conjunto añadirán 1,691 megawatts fotovoltaicos y 394 megawatts eólicos a la red actual, además de 2,085 certificados de energía limpia (CEL), con los cuales a partir de la puesta en marcha de las plantas, en el 2018, los generadores limpios obtendrán ingresos para ampliar su capacidad.
Con los resultados de esta subasta, que fueron ofertas de 51 dólares por megawatt solar y 59 dólares por megawatt eólico, durante los próximos 15 años, se probó a nivel global la competitividad de las tecnologías renovables y se ubicó a México por lo menos entre los cinco sitios con mejores perspectivas de negocio para inversiones en capacidad renovable. Por ello, la próxima subasta de este tipo, cuya licitación se realizará en noviembre próximo, tendrá una demanda gubernamental de 67% más volumen de energía por parte de los privados.