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El gabinete japonés aprueba un presupuesto récord de 785,000 millones de dólares
El objetivo es lograr un equilibrio entre la política fiscal proactiva y las preocupaciones por el aumento de la deuda, limitando la emisión de nuevos bonos.
Takaichi dijo a los inversionistas que el gobierno no recurrirá a una emisión irresponsable de deuda ni a recortes fiscales.
El gabinete de Sanae Takaichi, primera ministra de Japón, aprobó un presupuesto récord de 785,000 millones de dólares para el próximo año fiscal, con el objetivo de lograr un equilibrio entre su política fiscal proactiva y las preocupaciones por el aumento de la deuda, limitando la emisión de nuevos bonos.
Ante el aumento del rendimiento de los bonos del Estado y la debilidad del yen, la administración Takaichi ha intensificado sus esfuerzos para tranquilizar a los inversionistas y garantizarles que el gobierno no recurrirá a una emisión irresponsable de deuda ni a recortes fiscales.
El presupuesto para el año que comienza en abril, que se presentará al Parlamento a principios del próximo año, ascenderá a un total récord de 122.3 billones de yenes (784,630 millones de dólares), superando el presupuesto inicial de este año, que era de 115.2 billones de yenes.
Aun así, la emisión de nuevos bonos del Estado sólo aumentará ligeramente, pasando de los 28.6 billones de yenes de este año a 29.6 billones, y el ratio de dependencia de la deuda descenderá a 24.2%, el más bajo desde 1998.
El aumento de los ingresos fiscales, que se prevé que crezcan 7.6% hasta alcanzar la cifra récord de 83.7 billones de yenes, contribuirá a financiar el aumento del gasto, aunque no compensará por completo el aumento de los costos del servicio de la deuda, junto con el incremento de los gastos en bienestar social y defensa.
Los costos del servicio de la deuda por pagos de intereses y amortización de la deuda aumentarán 10.8% hasta alcanzar 31.3 billones de yenes, con una tasa de interés estimada de 3.0%, el nivel más alto en 29 años, a medida que el Banco de Japón abandona su política monetaria ultraexpansiva.
Japón ya tiene la mayor carga de deuda del mundo desarrollado, más del doble del tamaño de su economía, lo que lo hace muy sensible al aumento de los costes de financiamiento y complica los planes de Takaichi de aplicar medidas agresivas de estímulo fiscal.
Takaichi tiene la intención de abandonar la idea de utilizar el saldo presupuestario primario anual como objetivo de consolidación fiscal de Japón y establecer un nuevo objetivo que se extienda a lo largo de varios años para permitir un gasto más flexible.
Mayor gasto en defensa
El presupuesto incluirá unos nueve billones de yenes para gastos de defensa, ya que Takaichi pretende acelerar la profunda modernización del ejército de Tokio ante el empeoramiento de las relaciones con China.
El Ministerio de Defensa afirmó en un documento informativo que “Japón se enfrenta al entorno de seguridad más severo y complejo desde el final de la guerra”, subrayando la necesidad de “fortalecer fundamentalmente” sus capacidades de defensa.
En el centro de su solicitud se encuentran 100,000 millones de yenes para el llamado sistema de defensa costera SHIELD, que movilizaría drones para bloquear cualquier invasión de tropas extranjeras.
Japón espera que el sistema SHIELD (Defensa Litoral Sincronizada, Híbrida, Integrada y Mejorada) esté completado en marzo del 2028.
BOJ ve avances en el cumplimiento del objetivo de precios
Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón (BOJ, por sus siglas en inglés) afirmó ayer que la inflación subyacente del país se acelera de forma gradual y se acerca de manera constante al objetivo de 2.0% fijado por el banco central, reiterando la disposición de éste a seguir subiendo las tasas de interés.
También defendió las ventajas de nuevos incrementos de réditos, afirmando que ajustar el grado de apoyo monetario permitirá a Japón alcanzar sin problemas una inflación de 2.0% y un crecimiento económico a largo plazo.
En tanto, la inflación básica al consumidor en Tokio se desaceleró en diciembre debido a la moderación de la presión sobre los costos de los alimentos, pero se mantuvo por encima del objetivo del 2% del banco central, lo que reafirma el argumento a favor de nuevas alzas en las tasas de interés.
“Dado que las tasas de interés reales son muy bajas, el Banco de Japón seguirá subiéndolas en función de la mejora de la economía y los precios”, si se cumple su escenario base, afirmó Ueda en un discurso ante la asociación empresarial japonesa Keidanren.
Estas declaraciones se produjeron tras la decisión del BOJ de la semana pasada de subir las tasas de interés hasta 0.75%, su nivel más alto en 30 años, otro paso histórico para poner fin a décadas de enormes estímulos monetarios y costos de financiamiento cercanos a cero.
Ueda afirmó que la decisión de la semana pasada refleja la creciente convicción del banco central de que los riesgos económicos derivados de los aranceles estadounidenses han disminuido y que animaría a las empresas a seguir aumentando los salarios el próximo año.
Salvo que se produzca una crisis económica grave, las condiciones del mercado laboral seguirán siendo difíciles y ejercerán presión al alza sobre los salarios, ya que los cambios estructurales del mercado, como el descenso de la población en edad de trabajar, son irreversibles, afirmó. (Con información de Reuters)