San Luis debuta en WTA con examen de supervivencia

La nueva residencia de la WTA en México está lista para abrir sus puertas. Se trata del San Luis Open WTA 125, cuya dirección está al mando de los experimentados organizadores de eventos tenísticos Gustavo Santoscoy (también director de los torneos WTA de Guadalajara y Mérida) y Carlos Saiz (director del ATP Challenger de San Luis desde 2017).

Con esos personajes al frente y una inversión superior a los 300,000 dólares, San Luis Potosí aspira a convertirse en una plaza fija del WTA Tour, el circuito de tenis femenil más importante del mundo, pero para ello deberá superar su primera prueba: convencer a los directivos de la WTA, a las jugadoras y a la afición de que cuenta con toda la infraestructura y comodidades necesarias.

“No tenemos un contrato por varios años con WTA, queremos ir abriendo ciudades como fue el caso de Mérida (con el Abierto 250 que debutó en febrero) y ahora con San Luis Potosí. Tenemos este primer año de prueba, de ver si resulta o no, de ver cómo se sienten las jugadoras y si la logística se llevó a cabo correctamente para ya después tomar cartas en el asunto y hacerlo por muchos años. Hay muchas cosas antes de ver por cuántos años dejas un torneo en una ciudad o país”, explica Gustavo Santoscoy, director del WTA 125 de San Luis, en entrevista con El Economista.

Santoscoy fue clave en la consumación de un torneo WTA en San Luis, un proyecto que Carlos Saiz traía en pláticas desde hace tres años con el respaldo del ATP Challenger que se ha realizado durante 69 ediciones en ese territorio y dejando derramas económicas de entre 40 y 50 millones de pesos.

Con su experiencia como director de torneos de tenis femenil, empezando justamente con un WTA 125 en Guadalajara en 2019 hasta llegar a un Masters 1000 y a unas Finals en menos de un lustro, Santoscoy enfatiza que el cuidado de cada detalle en la organización es lo que abre la confianza de la WTA y la continuidad de una sede, lo que posteriormente se convierte en retorno económico.

“Un torneo se puede madurar en un lapso de entre 5 y 7 años, no antes. Son inversiones fuertes, son apuestas de los patrocinadores y de los gobiernos, y cuando hablo de torneos estos son proyectos a años. Esto no es algo en lo que de un día para otro llenemos hoteles, restaurantes o fluya como un gran negocio para todos”.

De acuerdo con Carlos Saiz, quien funge como promotor en conjunto del WTA de San Luis, el gasto operativo para esta edición ronda los 300,000 dólares, que se recuperarán al 50% gracias a la taquilla y el restante 50% con los patrocinadores, quienes también cubrirán la bolsa total de 115,000 dólares. El torneo cuenta con 10 sponsors, entre ellos marcas como Amstel Ultra, Coca-Cola y Powerade, además de dos empresas locales: Grupo Acerero y Nissan Torres Corzo.

“El torneo puede ser rentable más que nada para el estado y la ciudad, pero nosotros como promotores sabemos que cuando empezamos a hacer torneos de estos hay que, en los primeros años, invertir para abrir campo, pero estamos seguros que dentro de 3 o 4 años va a ser 100% rentable”, detalla Saiz, que pertenece a una familia de empresarios en la industria automotriz con más de 20 años de experiencia.

La derrama económica estimada para el WTA de San Luis es de entre 50 y 70 millones de pesos, lo cual casi podría duplicar la derrama del ATP Challenger que también se lleva a cabo en el Club Deportivo Potosino (de 40 millones). “Me atrevería a decir que este evento sí será de los que generarán mayor derrama en el estado (San Luis Potosí) durante el año; la mayoría de la derrama va para el sector turismo, también parte de la bolsa tiene tanto un impuesto estatal como federal, entonces realmente es muy rentable para estas instituciones y sobre todo para el estado”, mencionó el promotor y empresario automotriz.

Saiz también confirmó a este diario que, en conjunto, el gobierno estatal y el municipal (de la capital, San Luis Potosí) inyectaron más de un millón de pesos para remodelaciones de infraestructura para el torneo, incluyendo ajustes al Club Deportivo Potosino.

“Sí contamos con inversión por parte del gobierno del estado y también del ayuntamiento. La derrama de estos eventos es incalculable, estamos esperando muchos visitantes de fuera y son eventos que ponen a San Luis Potosí en el mapa del mundo. El gobierno nos apoya mucho con infraestructura y nos aportan un monto que va directo al gasto operativo. Con infraestructura me refiero a todo lo que se requiere en cuestión de aeropuertos, hotelería y transporte”.

La primera edición del WTA de San Luis se llevará a cabo del 27 de marzo al 2 de abril y contará con 22 jugadoras dentro de las 130 mejores rankeadas del mundo, como la rumana Jaqueline Cristian (ranking 65), la francesa Alize Cornet (66) y la suiza Viktorija Golubic (93), además de la invitación de wildcards para cuatro mexicanas: Fernanda Contreras, Marcela Zacarías, Renata Zarazúa y Fernanda Navarro.

La expectativa de afluencia es de entre 12,000 y 13,000 personas al final de la semana, periodo en el que los organizadores deberán cubrir los gastos de 600 noches de cuartos de hotel, más de 300 comidas diarias, la transportación de 80 jugadoras y todo lo que ocurra en el día a día en cuanto a instalaciones, árbitros, jueces y boleros.

Gustavo Santoscoy señaló que su familia sigue analizando posibilidades de sedes para intentar recibir otros torneos de la WTA gracias a la confianza que se han ganado en los últimos cinco años, por lo cual vislumbra que México siga siendo uno de los destinos predilectos para el tenis femenil de más alto nivel.

“La WTA está en apertura total, sabe que Latinoamérica se está abriendo a través de México, sabe que en México existe el potencial de fans y el interés de las ciudades de hacer del deporte una manera de turismo. Es lo que estamos haciendo, hablando con el Tour, diciéndole que México tiene un gran potencial, no solamente puede tener 4 o 5 torneos de WTA, puede tener 10, así que seguiremos abriendo el abanico y trabajando para que en cada lugar donde requieran un torneo se pueda realizar”.