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LMB apuesta por el ahorro y no por la tradición
El beneficio de la pelota es un tema de costo para la Liga Mexicana de Beisbol. Con Franklin, los equipos dejarán de pagar por llevar sus lotes de pelotas a sus clubes, y la marca tendrá una mayor participación mercadológica con la liga.
La tradición no fue razón suficiente para mantener la misma pelota en los parques de pelota de la Liga Mexicana de Beisbol. Después de más de una década, la LMB decidió cambiar el patrocinio de Rawlings para comenzar una primera etapa de tres años con Franklin Sports.
Tres razones principales dieron el aval de la LMB para abrirle la puerta del mercado mexicano a la empresa de Massachusetts: un menor precio, un trato preferencial, una tasa fija en el precio del dólar, que ha tenido un costo volátil en los últimos años y el servicio de entrega de las pelotas en la puerta de cada uno de los 16 equipos que conforman la liga.
“El único interés de Rawlings era vendernos las pelotas y presumir que podían tener a la LMB. No era el tipo de socio que necesita la liga, ahora tenemos una empresa en la que somos el número uno en su estrategia. Para Rawlings éramos una liga más de las varias que tienen, no teníamos un trato preferencial”, responde el presidente de la LMB, Javier Salinas a El Economista.
El costo por cada docena de pelotas que pidan los equipos de la LMB representará un ahorro en su gestión administrativa cada año. De acuerdo con cálculos realizados por este diario, con el nuevo patrocinio, los 16 equipos de la liga llevarán cada año al bolsillo de Franklin un promedio de 582,400 dólares para poder recibir 700 docenas de pelotas en sus periodos de pretemporada y temporada.
Todo equipo opera sus propios recursos según sus necesidades, y bajo esta premisa, un equipo como los Diablos Rojos del México pide un lote de 900 docenas de pelotas de juego para su pretemporada, desarrollo de la temporada y sus sucursales.
Pero, en promedio, un equipo de beisbol de la LMB pide 500 docenas de pelotas de juego y 200 docenas de práctica.
En consulta con el director de Planeación y Estrategia, Gabriel Medina, la liga estima que cada equipo ahorrará alrededor de 20% neto en la transportación de la pelota a sus parques de pelota. Una diferencia en el esquema que manejaba Rawlings, marca que ponía el producto en la frontera y la LMB lo introducía a México. Esto representaba un costo de 30 % extra sobre el valor de la pelota.
Eso se acabó...
“El mercado del beisbol en México se está desarrollando en comparación con Estados Unidos y otros países que tienen ligas profesionales. La LMB es la tercera liga de beisbol más grande del mundo y nuestra visión es trabajar a largo plazo con la liga y sus equipos para desarrollar, por ejemplo, programas de divulgación del deporte para que niños y jóvenes jueguen cerca o alrededor de los terrenos del estadio”, señala a este diario Cliff Savage, Vicepresidente Internacional de Mercados Especiales de Franklin Sports.
La variación del tipo de cambio peso-dólar no será en este acuerdo una preocupación, al contar con una tasa fija y el plan mercadológico incluirá más promoción al ser la pelota oficial de la liga.
“Queremos trabajar estrechamente con la LMB para influir en los jóvenes en México para que se vuelvan fans y que lo jueguen regularmente. Escuché a su presidente (Andrés Manuel López Obrador) hablar sobre las virtudes del beisbol para mantener a los niños lejos de actividades que no son saludables. Esto es cierto para todos los países, no sólo México, y estamos de acuerdo con él 100 por ciento. No sólo estamos aquí para vender bolas, nos estamos asociando con un objetivo compartido de expandir el juego, particularmente con los jóvenes de México”, añade Savage.
El patrocinio no sólo incluye la venta de pelotas, el siguiente paso de la marca es ampliar el margen de artículos, como bats, pelotas de plástico y muñequeras para poder encontrarlos en puntos de venta.