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Hablar sobre el medio ambiente es tan complejo como la economía
El ahorro económico estimado que resultaría de reducir en dos grados el calentamiento global sería de 54 billones de dólares.
El enfoque de conservación a lo largo del tiempo se ha modificado, y esto hoy ha quedado plasmado en el nuevo informe Global Environment Outlook (GEO- 6), emitido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
“Hasta hace 10 o 15 años, el medio ambiente se veía como estos espacios de reserva lejanos, con parques y lugares donde vivían el puma y el panda. Hoy el concepto es algo mucho más complejo, pues incluye el área donde los seres humanos habitan, el espacio donde respiramos todos los días. Este nuevo tratamiento tiene que ver mucho con el bienestar de las personas, no solamente físicas sino también psicológicas”, explicó en entrevista para El Economista Francesco Gaetani, coordinador regional división ciencia de ONU Medio Ambiente.
Gaetani compartió que en este sentido se ha planteado focalizar la discusión alrededor de tres áreas prioritarias que mucho tienen que ver con los países de esta región: la energía (consumo y producción); residuos, (con un enfoque en la basura marina, plásticos especialmente), y desperdicio de alimentos. “Este es un tema muy importante para México, siendo un país donde la demografía todavía está en desarrollo y donde el consumo de alimento tiene niveles muy elevados”, comentó.
Dijo que aquí hay muchos procesos que incluso están relacionados. Tal es el caso del sector de alimentos. El consumo de carne y el sector agrícola están creando un cambio y un problema al medio ambiente en la región, por las grandes cantidades de gasto de agua y las extensiones territoriales donde se llevan a cabo dichas actividades.
“En México este aumento de población, comida y kilocalorías por persona y por día va a crear una presión muy fuerte sobre el medio ambiente”, sostuvo. Recordó que además América Latina tiene la obligación de alimentar no solamente a los habitantes de su región, sino también a otras regiones que no tienen la capacidad de producción suficiente para alimentar a toda la población, como Asia. Aumentar la producción agrícola a 50% para alimentar a 10,000 millones de personas en el 2050 creará una fuerte presión en la región.
En este sentido, “México, como país productor importante, debería tener una discusión o debate sobre este tema a nivel científico, antes que nada, para tener una medida exacta o perspectiva de lo que va a ser la producción agrícola, el consumo interno y la exportación de comida hacia el 2050, y así formular políticas públicas para que todo eso no se convierta en una presión sobre medio ambiente y crisis”, expresó.
Agregó que en otras áreas se han notado algunos avances apreciables para nuestro país. Por ejemplo, explicó que la industria nacional y los consumidores están mucho más informados sobre el uso de fuentes renovables e inclusive empieza una nueva revolución en temas de transporte, con un enfoque muy fuerte en el uso de electricidad.
Cambio de conciencia
Reducir el calentamiento global en dos grados, como se ha planteado, tendría un ahorro estimado en términos económicos de 54 billones de dólares. “Esto significa que un planeta más limpio y sano tiene también un beneficio económico, una sociedad sana cuesta mucho menos y trabaja mucho más”, detalló.
Sin embargo, el especialista aseguró que lo que hay de datos y evidencia demuestra que el mundo no va a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible en temas de medio ambiente para el 2030, ya que el patrón no está alineado con las metas. “Eso es triste, pero interesante”, señaló. “Hoy tenemos una línea base con datos y la posibilidad de identificar y medir patrones (antecedentes y tendencias). Es un mensaje muy fuerte para la clase política, para que los gobiernos tomen en cuenta resultados basados en evidencias, que son los únicos métodos por los cuales se puede realmente hacer una diferencia”.
Gaetani expresó que el empuje fundamental para el cambio de la sociedad solamente puede llegar desde los ciudadanos. “No creo que ningún presidente o gobierno pueda realmente cambiar algo a nivel de país o región(...). Es un proceso muy lento que involucra la educación desde niños de cuatro años hasta estudiantes de universidad y quienes no estudian también”, explicó.
“Tal vez sería necesario empezar un diálogo con la sociedad, en este caso la mexicana”, dijo. Propuso el tema de la educación y la comunicación para entender el medio ambiente con una perspectiva científica y no anecdótica: “Entender un poco el funcionamiento de los procesos fundamentales que gobiernan al mundo, como el ciclo del agua o por qué es tan peligroso poner en el ciclo de la alimentación los plásticos. Urge un dialogo entre la comunidad científica y los ciudadanos”.
El especialista concluyó que crear una conciencia ambiental profunda requiere de explicar a los mexicanos que la riqueza más importante de nuestro país es el medio ambiente y su diversidad biológica: “Eso es algo que no tiene un precio. No se compra con pesos, pero va a garantizar la vida en un ambiente saludable para sus ciudadanos”.