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López y el Fondo Monetario Internacional
La semana pasada el Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer el comunicado de sus recomendaciones de política económica para México, que realiza como resultado del análisis anual a los países miembros bajo el Articulo IV de su Convenio Constitutivo. El documento consigna que “las autoridades consienten la publicación” de las recomendaciones, pero ello no significa que estén de acuerdo con todo lo que opine el FMI. El documento está en https://www.imf.org/en/News/
El subsecretario Yorio declaró acertadamente que “esta publicación es un ejercicio de transparencia para promover el intercambio de ideas”. Asimismo, dijo que la administración no concuerda con muchas de las recomendaciones, sobre todo en el ámbito fiscal y en la posposición de Dos Bocas. Contrastando con la mesura de Yorio, AMLO se volcó en una aturdida verborrea que sólo evidenció su ignorancia sobre cómo funciona la relación de México con el FMI. Dijo: “Lo único que pedimos es que nos respeten, que somos soberanos y que ya no son los organismos los que dictan la política económica. Antes este tipo de organismos hasta firmaban cartas de intención para decidir qué hacer en México en materia económica. Si quieren hacernos recomendaciones, yo también les voy a mandar mi pliego petitorio para que procuren darles crédito a los gobiernos que lo solicitan a tasa cero, que dejen de estar rescatando a grandes corporaciones y rescaten a los pueblos”. Remató: “Que dejen de estar solapando a gobiernos corruptos”.
Se equivoca el presidente. Los apoyos monetarios del FMI no son para financiar proyectos, sino para apoyar problemas de balanza de pagos y restituir reservas internacionales. Cuando un país solicita un apoyo bajo alguna de sus facilidades financieras, son recursos van a dar directamente al banco central y no al gobierno. Es imposible que se rescaten corporaciones privadas. El FMI no es un organismo de beneficencia para regalar créditos a tasa cero. Es un fondo revolvente constituido con las cuotas de los 189 países miembros. La carta de intención es un requisito cuando un país adopta un programa de ajuste que requiere el apoyo financiero del FMI. Dicha carta es producto de una negociación con las autoridades donde también se fijan, de común acuerdo, las metas de evaluación. Así que no puede hablarse de una imposición. La última vez que México solicitó un apoyo fue en 1995.
México siempre ha tenido una relación productiva y de respeto con el FMI. Ha contribuido a importantes reformas del organismo. En 1986 coadyuvó a que se reconociera la posibilidad del “ajuste con crecimiento”. Ese mismo año logró la incorporación de los conceptos de balance operacional y primario de las finanzas públicas como metas fiscales de evaluación. En 1989, como parte del acuerdo trianual entonces vigente, los negociadores mexicanos lograron que se incluyera a un nuevo mecanismo de contingencia para proteger al programa de alzas en las tasas internacionales de interés.
Con estas declaraciones y su discurso reciente ante la ONU, AMLO revela que no conoce cómo funcionan los organismos internacionales.

