Queremos que nos reubiquen o que hagan aulas temporales

Diferentes fallas en las estructuras de algunas escuelas públicas serán motivo para derrumbarlas o rehabilitarlas a consecuencia del sismo del pasado 19 de septiembre; sin embargo, mientras eso sucede padres de familia se encuentran con la inquietud sobre la educación de sus hijos.

Un caso es la familia González Arrieta. Roberto, de 20 años, estudia en la Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), plantel Tepepan del Instituto Politécnico Nacional (IPN), que de acuerdo con los dictámenes de la institución será demolida por la falla de tres columnas en su edificio principal; hasta el momento las clases están detenidas.

“Las autoridades del Poli fueron claras del procedimiento que llevarán a cabo en el edificio, no hay fecha para que comiencen la construcción de uno nuevo, tampoco de qué manera se van a recuperar clases; tengo entendido que están juntando los planteles, pero el otro (plantel) está al norte de la ciudad, es imposible que se traslade”, dijo María, madre del estudiante.

Como resultado, Roberto ha tenido que trabajar en el taller de electricidad de su padre durante tres semanas: “Esta situación me cansa, no hay información clara. Los profesores se comunicaron con todos para comenzar a dejar tarea para una semana, pero la haces en un día, a este ritmo vamos a perder el semestre”, indicó.

Mientras tanto, con Ismael González la historia se repite. Él tiene dos menores de siete y ocho años en la Escuela Primaria Italia, ubicada en la colonia Guerrero. Junto con otros padres de familia han buscado que las autoridades los reubiquen para que puedan seguir el ciclo escolar.

“Queremos que nos reubiquen a otra, o que hagan aulas temporales, no queremos perder clases”. De acuerdo con el calendario escolar 2017-2018 han transcurrido 50 días de los 185 días programados.

ACTIVIDADES LABORALES, AFECTADAS

Francisco Corona, padre de un alumno de tercer año en la primaria Erasto Valle Alcaraz, en la demarcación Álvaro Obregón, que también será demolida, cuenta a este diario que ha tenido que cambiar sus horarios laborales para poder cuidar a su pequeño, ya que es el único que respalda al menor.

“Han sido situaciones de estrés, he tenido que trabajar en las noches para poder cuidarlo mientras reubican la escuela (...) espero que se apure la SEP en estos procesos, pues no estoy en condiciones de ingresarlo a una (escuela) de paga”.

Por otro lado, Paula Hernández, quien tiene a su hijo en la primaria Leopoldo Camarena, en la Colonia Popotla (Miguel Hidalgo), ha tenido que faltar en diversas ocasiones a su trabajo para reuniones con la directora, “aún sin mensajes claros, parece que será derrumbada (...) necesitamos un lugar temporal”, señaló.

Los afectados no han considerado escuelas privadas, pues las colegiaturas rebasan los 3,000 pesos al mes, dependiendo del grado educativo.