Lectura 4:00 min
La izquierda sale más fuerte de la contienda
Aunque no obtuvo la Presidencia, adquirió la fuerza política necesaria para renovarse, replantear su agenda e invertir en la formación de cuadros; también su papel frente a AMLO.

Aunque posiblemente ocasione fricciones en el partido, el PRD se repondrá de su derrota en la elección presidencial de ayer, pero para que eso ocurra deberá evolucionar en su discurso, abrirse a nuevos liderazgos y depurar sus filas si quiere consolidar su fuerza política en los años siguientes y apelar a los electores que aún rechazan la ideología de izquierda, coinciden académicos en Ciencias Política.
Igor Vivero Ávila, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma del Estado de México, consideró que obtener el segundo lugar en la contienda presidencial no es un mal resultado para el PRD, pues esta derrota deja al partido en una posición política más fuerte a nivel Congreso de la Unión de la que logró en los comicios del 2009.
Refirió que el resultado electoral de ayer permitirá al partido del sol azteca replantear sus estrategias para dar espacio a una renovación que deje atrás algunas ambigüedades ideológicas que no ha logrado resolver desde su fundación en 1989 y que no permiten que sea visto como representante de una izquierda propositiva que se relaciona adecuadamente con el mercado y con el sector privado.
A pesar de sus limitaciones, de acuerdo con Vivero Ávila, el PRD se ha transformado de manera importante en sus 23 años de existencia, pues de ser un partido con ímpetu revolucionario se ha acercado a la vida institucional, por lo que sostuvo: Llegará a convertirse en una izquierda moderna que no cause miedo al elector conservador .
Vivero Ávila explicó que otro cambio fundamental que el PRD deberá llevar a cabo para consolidar su fortaleza política será priorizar la formación de cuadros propios en el interior de la República, antes de volver a hacer alianzas coyunturales con partidos como el PAN, pues aun logrando la victoria el partido izquierdista sale debilitado al postular candidatos que no están formados dentro de sus filas.
Abrirse a los estados del norte
Víctor Alarcón Olguín, profesor-investigador de la UAM, consideró que la derrota presidencial en ningún sentido significa que el PRD no sobrevivirá, ya que representa a cerca de 30% del electorado mexicano, por lo que su papel seguirá siendo protagónico e influyente; sin embargo, deberá someterse a un proceso de autoevaluación que lo lleve a una mayor apertura.
De acuerdo con el académico a la izquierda fácilmente se le puede tachar de violenta, de inconsistente, de descontextualizada con el mundo actual , por lo que el PRD deberá hacer un balance de su agenda para incrementar su aceptación en regiones electoralmente estratégicas, como el norte del país.
Olvidar a López Obrador
Alarcón Olguín sostuvo que, en los próximos meses, el PRD deberá definir si continúa respaldando a Andrés Manuel López Obrador como la figura hegemónica de la izquierda en México, de modo similar a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en su momento, o inicia su transición hacia un partido más moderno, cediéndole el espacio a Marcelo Ebrard Casaubon, que parece colocarse como candidato natural de las izquierdas hacia el 2018 .
El catedrático plantea la posibilidad de que el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fundado por López Obrador, solicite registro como partido político, lo que desvincularía al tabasqueño del PRD y colocaría una nueva fuerza política dentro de la oferta de partidos de izquierda.
Virgilio Bravo Peralta, investigador del ITESM, opinó que tras esta derrota será necesario que el partido del sol azteca busque renovarse y hacer a un lado a figuras políticas como López Obrador, pues su imagen belicosa no le ha permitido al PRD llegar a la Presidencia.
Bravo Peralta dijo que en la evolución que sufrirá el partido izquierdista probablemente adquiera fuerza la corriente interna del PRD que arropa los liderazgos de Marcelo Ebrard, Manuel Camacho Solís y el Jefe de Gobierno electo Miguel Ángel Mancera e incluso pasar por un proceso más dramático de refundación, en el que se deslinde de algunos de sus miembros asociados a la corrupción como René Bejarano y Dolores Padierna que dañan la imagen perredista.
lospoliticos@eleconomista.com.mx