Continua la llegada de apoyo al centro de acopio en el Estadio Azteca

La llegada de víveres y voluntarios continúa en el centro de acopio que fue instalado en la puerta 3 del Estadio Azteca para apoyar a quienes resultaron afectados en varios estados del país por el sismo del pasado 19 de septiembre.

Con pasos pequeños y con un carrito metálico de mandado repleto de ropa de mujer, doña Silvia Patiño, quien vive en la colonia Santa Ursula, llegó sola hasta este lugar y no le importó torear los vehículos que transitan en ambos sentidos.

Días antes, contó en entrevista, donó también alimentos enlatados en el centro de acopio del Estadio Olímpico Universitario.

El impacto del movimiento telúrico de magnitud 7.1 lo mantiene en su mente, sobre todo porque vimos lo que pasó en Galerías Coapa , el centro comercial al sur que quedó parcialmente destruido.

Lo importante ahora es poder ayudar, no se requiere depositar a una cuenta, si tienes un vecino en difícil situación por el temblor, debemos ayudar , hay mucha gente en hospitales, dijo conmovida.

Hizo un llamado a donar sangre, "no hay que dejarlos solos conminó con una gran sonrisa, sabedora de que lo que entregue en los centros de acopio será distribuido a personas que realmente lo necesitan.

Al centro de acopio del Estadio Azteca, en el que a seis días del sismo se observa poco movimiento, también llegaron desde temprana hora dos jovencitas, una de 17 años y otra de 15, ambas deseosas de ayudar en algo.

Susana González Hernández y Leticia López Laguna, estudiantes de la Escuela Preparatoria Otilio Montaño de San Miguel Topilejo, ayudan en dicho centro de acopio a separar, doblar y acomodar la ropa que ha sido donada y se encuentra esparcida debajo de la gran carpa que alberga los víveres y productos que llegan hasta este sitio.

Aunque ninguno de los familiares de Susana y Leticia se vieron afectados en sus inmuebles por el movimiento telúrico, sí saben que a una de sus compañeras de escuela que vive en Xochimilco se le cayó su casa.

Queremos apoyar y hacer algo; de hecho la escuela nos hizo colaborar desde que pasó el temblor, pues se instaló en el plantel un centro de acopio, y ayudamos marcando las etiquetas correspondientes a los alimentos que la gente entregaba , mencionaron.

Comentaron que al ser menores de edad, sus padres se opusieron a que anduvieran solas apoyando, les daba pendiente que nos pasara algo ; sin embargo, días después, entendieron que la labor que hacían eran de suma importancia para ayudar a quienes lo necesitaban.

Don Guillermo vive en los Reyes La Paz, la distancia no es relevante si hay que apoyar a quienes perdieron una vivienda, murió algún familiar o no pueden habitar su casa porque está dañada.

En este momento todos estamos muy cerca todos, no hay diferencia; nos unifica el deseo de apoyar a quienes lo necesitan, manifestó.

Desde antier se integró a este centro de acopio, va y viene. Llena camiones, acomoda los productos que va llegando, hago lo que me pidan .

Ayudar es una satisfacción, vernos unidos, aquí -en el centro de acopio- no hay diferencias todos somos iguales, aquí no somos lejanos, amigos o enemigos, estamos ante el dolor que sufren nuestros hermanos , puntualizó don Guillermo.

ire