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Z10: la reinvención de BlackBerry
He sido detractor de las BlackBerry debido a la Curve 8520, quizá uno de los equipos más aburridos en la historia de los teléfonos móviles. Navegar con ella en la web suponía un martirio, su cámara fotográfica era más que mediocre y las aplicaciones de la tienda BlackBerry World me recordaban los años 2000.
Probé la línea Torch, pero su doble clic en la pantalla me exasperaba. Entonces me volví un trol, que pregonaba en Twitter y Facebook que las BlackBerry eran una de las peores cosas que el hombre había inventado.
Hoy escribo para reconciliarme con la marca: estoy usando la Z10, el nuevo equipo de teclado táctil con el que BlackBerry quiere recuperar terreno en el mercado de los teléfonos inteligentes. Y estoy convencido: la firma canadiense aprendió lo que significa fabricar un smartphone.
La Z10, disponible en México a partir del 20 de marzo, con Telcel como proveedor del servicio, es una joya de equipo. Es bastante rápido, con una interfaz limpia y elegante, una excelente resolución de pantalla y un montón de atajos y funcionalidades que lo vuelven un teléfono más que decente.
Es la reinvención de BlackBerry. Un verdadero smartphone para sacarse la espina de años en el abandono, en los que la compañía dejó que otros fabricantes, como Apple y Samsung, le arrebataran cuota de mercado.
Nuevo sistema operativo, nuevos contratos con proveedores de contenido, nuevas aplicaciones y mejor desarrollo de hardware. Y, por supuesto, mantiene la joya de la corona de BlackBerry: el entorno de comunicación inmediata entre los equipos de la misma marca.
Con la Curve 8520 intenté compartir mi conexión de Internet vía WiFi: nunca lo logré. Quise hacer capturas de pantalla: prácticamente imposible. Sincronizar mis contactos de Google: funcionó temporalmente. Adjuntar documentos en un correo electrónico: una peregrinación al vacío. Presumir frente a usuarios de iPhone, HTC o Samsung: una avalancha de vergüenza.
Con la Z10 puedo hacer todo eso y más. No sólo puedo controlar el entorno multitasking de una manera intuitiva, rápida y eficiente, sino que puedo programar actividades y dividir mi ambiente de comunicación corporativa del ambiente personal.
Su teclado táctil es ágil y preciso y la velocidad de respuesta del equipo no le pide nada al iPhone. Y si comparamos entre pantallas, la Z10 es más grande y con mejor resolución que el nuevo modelo de iPhone: 1,280*768 px versus 1,136*640 px.
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La Z10 sirve para el entretenimiento, quizá no al grado de un Samsung Galaxy S3, que es un Ferrari y un centro de diversiones al mismo tiempo, y también para la productividad: Docs To Go, una de las aplicaciones nativas del equipo, nunca fue tan efectivo. La alianza entre BlackBerry y Microsoft permite a los usuarios abrir y editar documentos de Word, PowerPoint y Excel como si se tratara de un equipo de cómputo de escritorio, en un entorno tan transparente que hace olvidar que se trabaja en un smartphone.
Ya lo dije: escribo para reconciliarme con BlackBerry. Y lo hago porque estoy convencido de que el Z10 es un smartphone de lujo y una oportunidad perfecta para considerar otra vez a la marca entre las opciones de compra.
Puedes escribirme a soto.galindo@gmail.com o leer más en Economicón.
