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¿Y nuestros profesores?
La Secretaría de Educación Pública y el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación presentaron los resultados que obtuvo México en el segundo Estudio Internacional sobre la Enseñanza y el Aprendizaje (Talis) que coordina la OCDE y que busca conocer las condiciones de trabajo de los docentes y el ambiente de aprendizaje en los centros escolares.
Para este estudio, se hizo una encuesta a 8,507 profesores y 728 directores de escuelas primarias, secundarias y de nivel medio superior de todos los estados del país.
A continuación destacaremos algunos de los principales hallazgos del estudio (Nota País OCDE, resultados del Talis 2013).
Características de los profesores y de las escuelas. Los maestros en México trabajan en entornos más desafiantes y se sienten menos preparados para hacer su trabajo.
Casi la mitad de los maestros trabajan con 30% o más de estudiantes que proviene de hogares socioeconómicamente desfavorecidos. Este dato tiene que ver con las circunstancias de nuestro país. Uno de cada cuatro maestros reporta no sentirse preparado para realizar su trabajo, en comparación con el promedio de 7% del Talis. Este porcentaje es muy alto y sería interesante conocer en qué áreas no se sienten preparados para poder atender esas deficiencias.
Los maestros tienen porcentajes más bajos en formación académica y mayor participación en desarrollo profesional.
México es uno de los países donde los maestros de secundaria tienen una preparación académica menor a la universitaria (9%) y la menor proporción de profesores que reporta haber completado una formación magisterial inicial (62%) entre los países participantes. Además, la mayoría de los maestros mexicanos no tiene acceso a programas de inducción o mentoría. Éste es un problema grave en la educación secundaria en México: profesores sin educación universitaria, sin formación magisterial y sin cursos de inducción o mentoría. La calidad de la educación secundaria en nuestro país nunca podrá ser mejor que la calidad de sus maestros.
Gestión escolar y liderazgo de los directores. Los directores tienen poca capacidad de decisión sobre los maestros de sus escuelas. Un menor porcentaje de directores implica tener la responsabilidad de contratar o despedir maestros o establecer salarios. Es necesario otorgar autonomía de gestión a las escuelas y capacitar a los directores para que puedan ejercer estas responsabilidades.
Desarrollo profesional de docentes. Los maestros reportan altas tasas de participación en actividades de desarrollo profesional. Esto es positivo. Sería interesante saber si estas actividades son relevantes y tienen un impacto positivo en la calidad de trabajo de los maestros y en la educación de los estudiantes.
Evaluación y retroalimentación para docentes. Los maestros consideran que la evaluación es útil para su práctica individual. Éste es un aspecto positivo. Sin embargo, sería importante saber si esta retroalimentación genera cambios en la forma en que los maestros trabajan con los estudiantes.
Como ya habíamos comentado en este espacio, las percepciones de los docentes reflejadas en los resultados del Talis y en otras encuestas deben tomarse en cuenta para el diseño de políticas públicas educativas. Vale la pena considerar algunas preguntas que se desprenden de estos datos: ¿Cómo promover la mayor y mejor retroalimentación del cuerpo docente? ¿Cómo desarrollar los programas de capacitación tomando en cuenta las necesidades de los profesores? ¿Cómo asegurarse de que todos los profesores hayan completado su formación docente inicial y participen continuamente en programas de capacitación? ¿Cómo alinear los esfuerzos de la carrera magisterial para que tenga un mayor impacto en la educación de los jóvenes?
