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Opinión

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Un mercado ?laboral más justo

A la fecha, a nivel mundial existen enormes brechas en la participación en la fuerza de trabajo y en el salario.

Con la celebración del Día Internacional de la Mujer surgen preguntas y comparaciones. ¿Cómo es la situación de la mujer en mi país? ¿Cómo es la situación de la mujer en comparación con otros países? ¿Tenemos los mismos derechos que los hombres? A trabajo igual, ¿recibimos pago igual? ¿Participamos en los espacios de poder político en igual proporción que los hombres? ¿Tenemos la misma participación que los hombres en puestos directivos y espacios en consejos de empresas? ¿Ocupamos la misma proporción de espacios en educación superior los hombres y las mujeres? La mejor celebración de la mujer sería que este día no tuviera que existir para recordarnos las situaciones adversas a las que se enfrentan las mujeres. Pero no es el caso. Aún hay mucho trabajo que hacer para garantizar la igualdad de la mujer.

De acuerdo con el Glass Ceiling Index de The Economist, los países nórdicos continúan a la vanguardia en cuanto a la probabilidad de recibir trato igual en el mercado laboral. Este índice combina datos respecto de educación superior, participación en la fuerza laboral, salario, costos del cuidado de los niños, derechos de maternidad, solicitudes a programas educativos de negocios y representación en empleos de alto nivel. Cada país es calificado por el promedio ponderado de nueve indicadores.

De acuerdo con el índice, la media de la OCDE muestra avances en la proporción de mujeres en educación superior, en consejos y en Parlamento, así como en su participación en la fuerza de trabajo. Sin embargo, el estudio revela que la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha profundizado y que hay menos mujeres en puestos directivos y el promedio de permiso de maternidad ha disminuido.

En el estudio, Finlandia es el país mejor calificado, por encima de Suecia y Noruega. Turquía es de los países peor evaluados de la OCDE en cuanto a las condiciones a las que se enfrenta una mujer trabajadora. En Corea del Sur y Japón, persisten brechas enormes en la participación en la fuerza de trabajo y en el salario. Este año Alemania ha salido mejor evaluada en todos los indicadores excepto uno. Sin embargo, la brecha salarial entre hombres y mujeres es de las más grandes en la Unión Europea.

Es interesante lo que está pasando en Alemania. En lo que va del 2015, han establecido un salario mínimo y han establecido una cuota obligatoria para mujeres en los consejos empresariales. Y ahora el gobierno de coalición en ese país promueve una ley de igualdad salarial entre hombres y mujeres. Quieren reformar su mercado laboral para hacerlo más justo.

¿Tendrá algo que ver que la canciller Angela Merkel, la ministra de defensa, la ministra de trabajo y la ministra de asuntos de la familia y la mujer sean mujeres? ¿Habrían pasado las mismas reformas si hombres y no mujeres tuvieran estos cargos?

La iniciativa pretende dotar de herramientas a las mujeres para que puedan luchar en contra de la desigualdad salarial. Esta propuesta promueve una mayor transparencia en el lugar de trabajo. Obligaría a las empresas a publicar los datos de los salarios que reciben diferentes tipos de trabajadores para que los individuos puedan conocer si están percibiendo un salario igual, inferior o superior en su categoría.

¿Pasaría una reforma así en nuestro país? ¿Quién podría abanderar la causa de un mercado laboral más justo? ¿Tendría que ser una mujer?

grojas@eleconomista.com.mx

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