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Mayor productividad para lograr meta de crecimiento
De acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el último lugar en productividad laboral entre los países miembros. Necesita crecer, y para crecer de forma sostenida e incluyente es necesario incrementar la productividad.
De acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el último lugar en productividad laboral entre los países miembros. Necesita crecer, y para crecer de forma sostenida e incluyente es necesario incrementar la productividad.
La productividad se refiere a la eficiencia en el uso de los factores de producción de la economía, tales como la fuerza laboral, el capital físico, la energía y los bienes y servicios intermedios. En las últimas dos décadas, en nuestro país la productividad de los factores se ha contraído, lo que explica en gran medida que el crecimiento de la economía no alcance los niveles esperados y se refleja en el poco bienestar de las familias mexicanas.
La escasa productividad se debe principalmente a los siguientes motivos: elevados niveles de informalidad, bajo nivel de inversión en capital humano y en innovación y desarrollo tecnológico, carga regulatoria excesiva para las empresas y ausencia de una política de Estado promotora del desarrollo industrial.
Según el estudio de la OCDE, entre nuestras principales deficiencias está la mala preparación de la fuerza laboral y una baja calidad educativa. Sólo 18% de la población tiene estudios superiores, un nivel bajo comparado con el promedio de la OCDE, que se ubica en 32 por ciento. Por si fuera poco, los que logran tener acceso a la universidad optan por carreras de las ciencias sociales, mientras que sólo 3% de la población universitaria estudia áreas como las matemáticas y las ciencias.
El análisis también deja ver que las empresas invierten poco en investigación, pero sobre todo, en capacitación profesional del personal. Sólo 1% de los empleados con estudios superiores está inscrito en programas para mejorar competencias técnicas, muy alejado de 25% promedio en los países de la OCDE.
Ante tal panorama, es urgente hacer algo para lograr el pleno uso de los factores productivos.
Llama la atención que el empleo formal está creciendo más rápido que el PIB desde el último cuatrimestre del 2010. Sólo en los últimos 12 meses, de acuerdo con el IMSS, se han creado más de 745,000 empleos formales, es decir, un incremento anual de 4.4%, mientras que el PIB del 2014 creció 2.1% y en el segundo trimestre el PIB se expandió 2.2% anualizado. Si los números no fallan, hay más personas empleadas que producimos menos.
Otro dato interesante es el crecimiento de contribuyentes: al cierre del 2014 había 8 millones más de contribuyentes que los registrados al cierre del 2012, de los cuales 4.4 millones son pequeños contribuyentes o están dados de alta en el Régimen de Incorporación Fiscal, cifra mayor en 815,000 afiliados a los que estaban registrados en el antiguo Régimen de Pequeños Contribuyentes.
En ese sentido, las pymes generan tres de cada cuatro empleos formales y representan 99% de las unidades de producción. Por ello, en la medida en que las hagamos más productivas y estén dentro de la formalidad, lograremos hacer más productivo al país en su conjunto.
Históricamente, los incrementos en productividad surgen de las innovaciones tecnológicas; por esto, tanto el gobierno como el sector privado deben aumentar sus inversiones en ciencia y tecnología. Elevar la productividad requiere de un marco institucional que promueva la participación activa de las autoridades hacendarias, trabajadores, empresarios e instituciones educativas en el diseño e implementación de políticas públicas.
Si queremos tener un mayor crecimiento económico y un mayor bienestar social, es indispensable mejorar la productividad. Con la ley que recientemente aprobó el Senado de nuevo la productividad vuelve a estar en la agenda nacional. Como sociedad y sector privado asumamos nuestros papeles y colaboremos para que esta iniciativa rinda los frutos que esperamos.
*Es presidenta de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana AC.