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La Cultura de la Paz, 2024 Año de Cambio III

Lo preocupante no es la perversidad de los malvados, sino la indiferencia de los buenos: Martin Luther King
En esta tercera parte se comentan algunos aspectos plasmados en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 (publicado el 12/07/2019 en el Diario Oficial de la Federación) para cotejarlos con la realidad prevaleciente, pues su incumplimiento ha deteriorado severamente el tejido social.
Dicho Plan incluyó objetivos, estrategias y prioridades que regirían las acciones del actual gobierno para lograr el desarrollo del país y el bienestar de los mexicanos.
Según su epílogo denominado “Visión de 2024”, en este año sería evidente una mejora radical en los niveles de bienestar y seguridad respecto de los que prevalecían en 2018. Señaló que nuestro país habría alcanzado una importante tasa de crecimiento y que para este año la delincuencia organizada estaría reducida y en retirada. Nada de eso ocurrió.
Nuestra realidad es muy distinta al escenario previsto en el Plan. Los principales indicadores revelan graves retrocesos como en materia de salud, de educación y de seguridad pública en perjuicio de todos.
En su capítulo I. denominado “Política y Gobierno” el objetivo previsto en el Plan era “Erradicar la corrupción”, para lograrlo se planteó un combate total y frontal a las prácticas nocivas que la propician. Contrario a lo planeado se ha impuesto una política de opacidad y debilitamiento de la trasparencia en la aplicación de los recursos públicos, así como acciones de encubrimiento y de impunidad. En ese tenor, entre otras nocivas medidas, se debilitaron al Inai y al Sistema Nacional Anticorrupción y se declaró de seguridad nacional la información de las obras emblemáticas asignadas al ejército, para ocultarla. La corrupción actual es preocupante.
Otro objetivo de ese capítulo fue “Recuperar el Estado de Derecho”. Vivimos una debacle derivada de un constante ataque y debilitamiento –precisamente- al Estado de Derecho. También se planteó que el Poder Ejecutivo no intervendría de manera alguna en las determinaciones del Legislativo ni del Judicial. En el caso del Poder Legislativo, el inquilino de Palacio Nacional lo subordinó a su voluntad al imponer a sus legisladores una férrea y ciega lealtad con lo que logró la aprobación de contrarreformas, un alarmante endeudamiento y ocurrencias legislativas carentes de análisis de especialistas, varias de ellas anuladas por la Suprema Corte por su evidente inconstitucionalidad. En torno al Poder Judicial el presidente enfiló sus baterías para debilitarlo y amenaza con continuar sus ataques durante los meses que le restan a su gestión.
En el capítulo en comento también se estipuló que no se tolerarían las faltas a la observancia a la legislación por parte de servidores públicos. En los hechos, la declaración del mandatario “No me vengan con que la Ley es la Ley” ilustra sobre la forma en que ha procedido su gobierno.
Otro propósito previsto en el referido Plan consistió en “Emprender la construcción de la paz” y mencionó la aplicación de una estrategia de seguridad que promovería la adopción de modelos de justicia transicional y de cultura de la paz que no se concretaron. El fracaso de la estrategia de seguridad ejecutada, denominada “abrazos, no balazos”, se ha traducido en un creciente pánico en cada vez más regiones del país ante el riesgo de que sus habitantes sean alcanzados por la abrumadora y progresiva violencia en todas sus expresiones, como las crecientes masacres, los asesinatos, los secuestros, el cobro de derechos de piso y los desplazamientos involuntarios, entre otras calamidades.
Se establecería un “Consejo para la Construcción de la Paz” que nunca ocurrió, en vez de ello proliferaron expresiones y acciones de odio y crueldad como la violencia de género, la homofobia, el racismo, el ataque al diferente, la descalificación y la polarización que cotidianamente impulsa el mandatario, quien parece disfrutar de ofender a los ciudadanos.
En el capítulo III. “Economía”, se incluyó un apartado denominado “Respeto a los contratos existentes y aliento a la inversión privada” en el que se planteó que el gobierno federal respetaría los contratos suscritos por administraciones anteriores y que se alentaría la inversión privada, tanto la nacional como la extranjera, y se establecería un marco de certeza jurídica, honestidad, transparencia y reglas claras. A pocos meses de que termine este gobierno carecemos de mecanismos institucionales que den certidumbre a los ciudadanos, a los inversionistas y a los futuros mexicanos. Se ha obstaculizado y desalentado la inversión privada y la extranjera, además se optó por otorgar y asignar actividades, concesiones y prebendas empresariales a las fuerzas armadas, en detrimento de sus funciones elementales, medidas que pretenden que el Estado substituya al mercado con la participación militar sin que se rindan cuentas y se carezca de límites, aún ante su comandante supremo.
En vez de que se encausara al desarrollo que propiciara el bienestar general, se adoptaron medidas que mantienen y aumentan la pobreza. Las acciones y ocurrencias del gobierno, contrario a lo previsto en su Plan Nacional de Desarrollo, incrementaron la desigualdad económica y social.
Por otro lado, no es posible ignorar la decepcionante y sorprendente capacidad de resignación de los mexicanos. Lo comentado hasta ahora generaría un escándalo en muchos países, pero aquí parece no importar a nadie.
El plan de gobierno 2024-2030 que asuma el próximo gobierno habrá de caracterizarse por la lealtad a la Nación sobre cualquier otra y deberá cumplirse. Los programas y las acciones que prevea y se emprendan han de dirigirse a recuperar el país y a la restauración nacional en todos los renglones, teniendo en cuenta que urgen medidas para que demos pasos hacia adelante y no hacia atrás.
La planeación y la oferta política responsable son aspectos que deben abordarse y atenderse por los candidatos en sus campañas políticas, considerando que es urgente detener la transformación de nosotros en una sociedad fallida.
Insistimos en que entre más divididos estemos, seremos más débiles.
X: @Phmergoldd

