Kissinger y la Inteligencia Artificial

En un giro intelectual a los 98 años de edad, dos previos a su fallecimiento el 29 de noviembre de 2023, el famoso ex Secretario de Estado de Estados Unidos, Henry Kissinger, emergió como un pensador visionario -aunque catastrofista- en el ámbito de la tecnología y la Inteligencia Artificial (IA). 

Uno de los diplomáticos más influyentes del siglo XX, expresó su preocupación por el futuro de la humanidad ante el avance de la IA. En su libro "La era de la Inteligencia Artificial y nuestro futuro humano", escrito en coautoría con Eric Schmidt (ex Director Ejecutivo de Google) y Daniel Huttenlocher (científico computacional del Instituto Tecnológico de Massachusetts), Kissinger advirtió los riesgos potenciales de la IA, como el desarrollo de armas autónomas o la manipulación de la opinión pública.

Con décadas de experiencia en política internacional y admirador de la modernización china basada en la educación y el desarrollo de la ciencia y la tecnología, Kissinger llevó su análisis a una nueva esfera: el impacto y el cambio histórico de la tecnología en el mundo contemporáneo.

En política, Kissinger alertó que la IA puede utilizarse para crear noticias falsas o dirigir campañas de desinformación, lo cual erosiona la confianza en las instituciones democráticas y dificulta la resolución de conflictos.

En un artículo publicado en The Atlantic, Kissinger plantea su hipótesis de que estamos entrando en una nueva era de conciencia humana impulsada por la IA, la cual cambiará nuestra percepción del mundo de una manera tan drástica, como cuando la humanidad pasó de una visión religiosa a una basada en la razón.

Explicaba que el avance tecnológico que más alteró el curso de la historia moderna fue la invención de la imprenta en el siglo XV, lo cual permitió que la búsqueda de conocimiento suplantara la doctrina litúrgica, y que la Era de la Razón superara gradualmente la Era de la Religión. La percepción individual y el conocimiento científico reemplazaron la fe como criterio principal de la conciencia humana. La información se almacenó y sistematizó en bibliotecas. La Ilustración originó los pensamientos y acciones que dieron forma al orden mundial contemporáneo.

Pero “la era de Internet en la que ya vivimos prefigura algunas de las preguntas y cuestiones que la IA no hará más que agudizar. La Ilustración buscó someter las verdades tradicionales a una razón humana analítica y liberada. El propósito de Internet es ratificar el conocimiento mediante la acumulación y manipulación de datos en constante expansión. La cognición humana pierde su carácter personal. Los individuos se convierten en datos y los datos reinan”.

En una entrevista, Kissinger compartió sus reflexiones sobre cómo la IA está dando forma al futuro geopolítico y social. "La tecnología y la Inteligencia Artificial son fuerzas transformadoras que deben ser comprendidas y gestionadas de manera responsable", afirmó.

El diplomático destacó la necesidad de una colaboración global para abordar los desafíos planteados por la IA, porque "la revolución tecnológica no conoce fronteras. La cooperación internacional es esencial para establecer normas y salvaguardias que guíen el desarrollo y uso de la Inteligencia Artificial".

Kissinger advirtió los peligros de la competencia desenfrenada en el ámbito de la IA, un fenómeno que está ocurriendo en la actualidad con las empresas líderes en esta tendencia, haciendo hincapié en la importancia de evitar una carrera armamentística tecnológica. 

Temía que la IA conduzca al desarrollo de armas autónomas que puedan tomar decisiones de vida o muerte sin intervención humana. Esto podría aumentar el riesgo de guerra accidental o la escalada de conflictos. Por lo que "necesitamos un diálogo significativo entre las potencias mundiales para establecer límites éticos y evitar el uso destructivo de la Inteligencia Artificial en el ámbito militar".

En cuanto a la transformación económica impulsada por la IA, Kissinger subrayó la necesidad de una planificación estratégica para abordar la automatización y la pérdida de empleos. "La sociedad debe adaptarse a estos cambios inevitables. La educación y la formación continua son clave para preparar la fuerza laboral para las oportunidades emergentes en la era de la Inteligencia Artificial".

El veterano también destacó la importancia de mantener la integridad y la privacidad en un mundo cada vez más digital. "La Inteligencia Artificial ofrece enormes beneficios, pero también plantea riesgos para la privacidad. Necesitamos salvaguardas robustas y regulaciones adecuadas para proteger los derechos individuales en esta nueva era tecnológica", alertó.

Kissinger propuso normas internacionales para regular el desarrollo y el uso de la IA, para garantizar que la tecnología se utilice para el bien de la humanidad y no para su destrucción.

A diferencia de la Ilustración, no existe en la actualidad una filosofía dominante que pueda guiar el desarrollo de la IA. Esta ausencia permite que los tecnólogos "corran salvajes" -según el diplomático-, desarrollando cosas que cambian el mundo sin ética y sin precauciones.

Kissinger instó a la comunidad global a abrazar la innovación y la colaboración, porque "la Inteligencia Artificial no es un fenómeno que podamos detener; es una fuerza imparable que está redefiniendo nuestro mundo. Debemos aprovechar sus beneficios mientras nos aseguramos de que su desarrollo y aplicación sean guiados por principios éticos y humanos".

Kissinger ya no observará cómo la IA se volverá una tecnología cada vez más sofisticada, impredecible, omnipresente, poderosa e intrincadamente entrelazada en los asuntos humanos. 

Pero vislumbró las "transformaciones época-creadoras" que pueden conducir la historia en una dirección peligrosa. Se gen diplomático marcó su pensamiento hacia un llamado a la acción colectiva y un énfasis en la ética para orientar a la humanidad en la era de la Inteligencia Artificial y evitar que los humanos terminen por servir a las máquinas.

X: @beltmondi