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Hiporreflexia
En medicina se usa este término para describir que un individuo presenta una disminución de una respuesta refleja. Es decir, se trata del aletargamiento de una respuesta automática e involuntaria ante la presencia de un estímulo. En el ser vivo, el reflejo generalmente implica movimiento, aunque también hay reflejos que producen secreciones de las glándulas. Hay enfermedades o medicamentos que afectan la neurona motora y entonces los reflejos se vuelven lentos. Algo así pasa con la vacunación anti-Covid en las zonas marginadas del país.
La respuesta esperada, en zonas de difícil acceso debería ser en automático y no esperar seis meses y acumular millones de dosis en el stock para actuar. A la mitad de julio de 2021, autoridades del más alto nivel del sistema de salud encabezan la estrategia de vacunación y salen a buscar a la población para empezar a mover el otrora llamado “elefante blanco”. Se dice …si la montaña no va a Mahoma, Mahoma tiene que ir a la montaña… cuando no hay que esperar más porque la gente no acude como se ha planeado y hay que moverse en sentido opuesto. Ante una situación de emergencia y una vez declaradas que las necesidades de salud son normativas (todos necesitan vacunas), se requieren estrategias mixtas y no unidireccionales.
Los resultados del censo de 2020 https://inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/#Tabulados nos confirman lo que ya sabíamos. Casi la mitad de la población de México (48.4%) está concentrada en 145 localidades de más de 100,000 habitantes en 31 estados y 185,243 localidades de menos de 2,500 habitantes agrupan a 21.4% de la población del país. Es decir, el acceso de los servicios de salud para 61 millones de mexicanos es relativamente fácil en comparación con los 27 millones que habitan en localidades remotas y marginadas. Pero si nos movemos al nivel estatal, en Chiapas y Oaxaca más de la mitad de la población habita en localidades de menos de 2500 habitantes y en seis estados más de dos terceras partes de sus habitantes, viven en localidades remotas y pequeñas (Hidalgo, Tabasco, Guerrero, Veracruz, Zacatecas y San Luis Potosí). En contraste, en Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas, Baja California, Quintana Roo, Baja California Sur y en la CDMX más de 70% de la población de cada estado vive en localidades de más de 100 mil habitantes. Por lo mismo, no es extraño que la cobertura de vacunación sea desigual, pues la estrategia ha sido esperar a que la población acuda por convocatorias basadas en la edad y en acceso a tecnología digital.
Como se aprecia en la gráfica, las personas mayores de 18 años que habitan en siete estados con mayor población concentrada en áreas urbanas, donde menos de 10% de las personas habitan en localidades de menos de 2,500 habitantes. ya cuentan con una cobertura de vacunación de casi 50%, en cambio sí nos vamos a los estados con más de la mitad que habita en localidades pequeñas la cobertura es menos de la mitad. ¿Cuántos días demorará la estrategia para cerrar o disminuir esa diferencia?

Hace 33 días se contaba con 46 millones dosis y se habían colocado 37.5 millones de ellas. La cobertura nacional era de 29.3% en mayores de 18 años; ayer se reportaron 73.7 millones de dosis recibidas en el país y de ellas se han usado 53.9 millones. El incremento de dosis recibidas es de 59% y el de dosis administradas 44%. Con el paso de los días a pesar de que se están usando más dosis se están acumulando más en el stock. El 14 de junio no se habían usado 8.7 millones de dosis, pero el 17 de julio las dosis en reserva ascienden a 19.8 millones. En otras palabras, se reciben más, se colocan más, pero también se quedan en reserva más. Hace un mes el stock era de 19% y a la fecha es de 27% de las dosis recibidas.
El 15 de junio se recibió el primer lote de 1.35 millones de dosis de Johnson & Johnson y a la fecha no han llegado más. En ese mismo periodo el numero de dosis de Cansino ha aumentado 22%; Sputnik 18%; Pfizer 28% y AztraZeneca 110%. A la fecha, dos terceras partes de las vacunas recibidas corresponden a Pfizer y AstraZeneca, pero por diferentes razones no se está logrado completar las dos dosis que algunas de ellas requieren. En los 16 días el mes de junio analizados, en promedio 300,000 personas completaban su esquema cada día, pero en los 17 días del mes de Julio esto ha cambiado y en promedio están completando su esquema de dos dosis 135,000 personas al día. En realidad, el indicador que más interesa dar seguimiento es éste, pero la autoridad sanitaria únicamente lo reporta a nivel nacional, aunque en el desglose estatal, sólo presenta el porcentaje de personas que han recibido una dosis.
Algunos estados avanzan más rápido
El cambio de la cobertura de una dosis de vacunación en mayores de 18 años del 14 de junio al 15 de julio por entidad federativa se muestra en la gráfica. A nivel nacional la cobertura aumentó de 29% a 42% (13 puntos). Dado que todos los estados están por arriba de la diagonal continua quiere decir que los 32 aumentaron su cobertura en el último mes. Pero los que están debajo de la primera línea punteada su incremento en la cobertura fue de menos de 10 puntos; para los que están entre la primer y segunda líneas punteadas, el incremento es mayor a 10 pero menor a 20 puntos y los que están encima de esta segunda línea, en color rojo son los que aumentaron su cobertura por arriba de 20 puntos. Llama la atención el contraste en el desempeño. Estados como Puebla, Campeche y Tabasco solo aumentaron 1 o 3 puntos en un mes, en cambio Baja California y Chihuahua aumentaron 50 y 32 puntos respectivamente, ahora son el primer y el tercer estado con más alta cobertura. Las preguntas que se resolverían con más datos son ¿por qué es diferente la mejora de la cobertura en el tiempo, si se trata de una campaña nacional? ¿Las diferencias se relaciona con otras circunstancias más allá del acceso? Por ejemplo, abasto, disponibilidad, tipo de vacuna.

Para mejorar el manejo de la estrategia de vacunación anti-Covid es muy recomendable que la autoridad comparta más datos, mantenerlos bajo resguardo no solo dan una imagen anticuada, sino que no permiten la colaboración de la sociedad que está interesada en participar y apoyar. Lo anterior implica también ampliar el número de indicadores que se reportan y no solo los que se presentan en los concentrados nacionales en formato PDF. El compartir bases de datos de vigilancia epidemiológica es un gran avance, el no hacerlo en el mismo formato sobre la campaña de vacunación, es un retroceso. Finalmente, se requiere que las autoridades locales de salud se involucren más y se responsabilicen de llevar las vacunas a las comunidades remotas, el problema de acceso al sistema de salud necesita resolverse desde la periferia. Pero más aún, no solo enfocarse a la primera dosis, sino a completar esquemas.
*El Dr. Rafael Lozano es profesor de la Universidad de Washington.
Twitter: @DrRafaelLozano