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Opinión

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Europa y China ya se están poniendo las pilas, ¿México cuándo?

A una semana de que inicie el gobierno de Claudia Sheinbaum, aunque suene reiterativo resulta oportuno advertir que lejos de recibir una economía en condiciones óptimas para competir, el lo que está recibiendo por parte del presidente López Obrador, es una economía que enfrenta un entorno mucho más complejo de lo que el gobierno saliente, así como el gobierno entrante se resisten a reconocer.

Para empezar, las condiciones de mayor incertidumbre que se generaron con la entrada en vigor de la Reforma al Poder Judicial, que se traducirán en mayor volatilidad durante un buen rato en diversas variables económicas, son desde ahora un distintivo negativo que nos restará atractivo como destino de inversión extranjera, tanto por el deterioro de las condiciones de estado de derecho en México, como por las acciones que otros países están emprendiendo para lograr que sus respectivas economías logren avances importantes por lo que hace a su perfil competitivo.

Por ejemplo, en el caso de Europa, el reporte sobre el futuro de la competitividad europea, elaborado por el ex primer ministro italiano Mario Draghi, se ha convertido desde los primeros días de este mes en que fue dado a conocer, en un obligado referente sobre cómo preparar un diagnóstico serio sobre los retos que enfrenta un país, y los mejores caminos para avanzar en el objetivo central de elevar la competitividad de esa economía. En el caso de la Unión Europea es evidente que a pesar de la instrumentación de diversas políticas para impulsar el crecimiento económico, la economía europea no solo no ha respondido, pues se ha rezagado en el ritmo de crecimiento económico, sino peor aún, que ese rezago se ha traducido en una cada vez mayor brecha entre los avances que ha logrado la economía de los Estados Unidos y los que ha logrado la de la UE.

En nuestro país, llevamos prácticamente dos años escuchando al presidente López Obrador y su equipo presumirnos que México creció más que Estados Unidos en 2022 y 2023. Sin embargo, no han sido serios para reconocer que así como en el caso europeo, la brecha entre el crecimiento de la economía de EUA y la de México se ha incrementado a lo largo de este sexenio. Sí, la economía de nuestro vecino del norte es mucho más grande que la de México, pero en 2018, su tamaño era 16.6 veces el de la economía de México. Hoy es ya 18.8 veces el tamaño de la economía de nuestro país. Así que por más que se pretenda presumir que se han hecho bien las cosas, la ampliación de la brecha de crecimiento con respecto a Estados Unidos, contradice cualquier recurso retórico.

Por otra parte, ayer mientras preparaba esta colaboración, el gobierno de China anunció una serie de medidas para impulsar la demanda en aquel país, de manera tal que se pueda lograr el objetivo de crecer a una tasa anual del 5%. Se trata de medidas ambiciosas que buscan reducir el costo financiero para familias y empresas, que además se traducirá en una liberación de liquidez importante en aquella economía.

Así que mientras que en México un grupo político se regodea por las ocurrencias de política pública, diseñadas más con un ánimo de venganza que con un claro propósito de impulsar un entorno más virtuoso, que promueva el crecimiento económico y el bienestar, otros países están haciendo su tarea para propiciar entornos más amigables con la inversión, con un enfoque notable de sustentabilidad.

Y así se nos pasarán los años y las oportunidades de aspirar a mejores niveles de desarrollo, mientras sigamos encerrados en discusiones sobre cómo revivir a esa economía setentera con tintes de planificación desde los escritorios de la burocracia, que nada tiene que ver con la forma en que los países conceptualizan el mundo, los desafíos para crecer y hacerlo cuidando el medio ambiente.

La presidenta Sheinbaum tiene frente a sí una extraordinaria oportunidad y las condiciones para colocar a México en una ruta de mejor desarrollo, pero para ello resulta indispensable que evite caer en la tentación de desviar el propósito, solo porque alguien en Chiapas sigue soñando con convertirse en el personaje histórico que supuestamente salvó a México.

@GerardoFloresR

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