Lectura 3:00 min
El nacionalismo al desnudo
Resulta que mucho de lo que se dijo en la campaña en favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea fueron mentiras. Ellas fueron reconocidas como tales por sus promotores como Nigel Farage, líder del xenófobo UKIP, que se convirtió en aprendiz de brujo que no pudo controlar el fuego que desató. Después renunció al liderazgo que tenía.
Ante la decisión del Reino Unido viene una etapa de deterioro económico perfilado hacia la recesión. El Fondo Monetario Internacional considera que la incertidumbre enfriará el crecimiento económico mundial.
En España, en las últimas elecciones, Unidos Podemos no obtuvo los resultados que esperaba. Perdió 1 millón de votos en relación con las elecciones anteriores. El electorado castigó la falta de consistencia.
En el caso inglés, hay arrepentimiento. Todos los partidos y sus líderes están desprestigiados y sin credibilidad. En España, el partido que surgió por su posición crítica está a la deriva. No tenía programa de gobierno.
Estas experiencias deberían influir para detener el desatado nacionalpopulismo que ha surgido en países importantes como Estados Unidos, Francia, Holanda, entre otros. En ellos el discurso se articula con amenazas e insultos. Atrás de todo, la pasión por dominar.
El nacionalpopulismo se consolida cuando las instituciones democráticas no responden a las demandas sociales. Entonces se crea un caldo de cultivo para el surgimiento de posiciones antisistema.
También ocurre que hay una abdicación de la política por parte de la población. Entonces surgen el populismo y otras formas de ruptura. Aristóteles nos advertía de los riesgos de esta actitud cuando señalaba: Si no quieres estar en política, en el ágora pública y prefieres quedarte en tu vida privada, luego no te quejes si los déspotas te gobiernan .
La política económica paradójicamente es la misma que utilizan los gobiernos de izquierda y derecha. Entonces, ¿para qué las diferencias? Un ejemplo, entre varios, es el del gobierno actual de Francia, de supuestamente una ideología socialista, que instrumentó un programa de derecha al afectar el Estado de Bienestar, provocando el rechazo popular y la consolidación de la derecha.
Los que deciden sobre política económica en el mundo son una minoría que maneja los mercados. Por eso Dani Rodrik, destacado profesor de economía internacional de la Universidad de Harvard, no se anda con rodeos cuando reconoce que las élites políticas deben moderar el capitalismo .
La salida de los problemas es responsabilidad de los líderes políticos. Para ello se necesita visión de Estado. Frecuente es que se hagan de la vista gorda ante problemas globales delicados, como limitar el libre tránsito de personas, mientras que existe el libre tránsito de capitales y de mercancías y servicios. La decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que ha paralizado la reforma migratoria del presidente Obama es una confirmación de ello.