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El IDE es el impuesto delator
La gran depresión Por: Enrique Campos Suárez
Seguro que la Secretaría de Hacienda y el Servicio de Administración Tributaria (SAT) van a hacerle un pastelito y le van a cantar Las Mañanitas a uno de sus impuestos estrella que cumple un año la próxima semana.
No es un gran recaudador, pero ¡cómo hace feliz al fisco! El Impuesto a los Depósitos en Efectivo, el IDE, ha permitido desnudar fiscalmente a más de 1 millón de evasores. Tal cualidad seguro que merece el festejo del primer aniversario. Pero, sobre todo, se va a ganar su lugar definitivo en el marco fiscal mexicano.
Este impuesto aplica una tasa de 2% a los depósitos en efectivo que superen los 25,000 pesos en un mes. Y el objetivo ideal de este gravamen sería recaudar y compensarlo todo. Pero eso sólo sucedería en un país donde todos pagan sus impuestos. No en México.
De acuerdo con el SAT, a través del IDE han detectado 1 millón 88,000 personas que tienen ingresos, pero que no están empadronados en el Registro Federal de Contribuyentes.
Sin duda que los bancos han resultado excelentes recaudadores, pero sobre todo inmejorables fuentes de información. Porque un contribuyente tramposo falsificará recibos, omitirá sus datos personales al momento de emitir un comprobante, pero no se va a equivocar de cuenta para sus depósitos y ahí le caen en la movida.
No se trata simplemente de vendedores ambulantes que juntan sus pesos y van al banco. No, ese tipo de personas físicas no pagan impuestos, deberían, pero tampoco alcanzan los ingresos como para estar grabados por este impuesto.
Se trata en buena medida de sus proveedores. Pero también de agentes económicos perfectamente establecidos que facturan una parte de su trabajo y la otra la cobran en efectivo y no la declaran.
De éstos, el SAT tiene detectados 74,000 personas con actividad empresarial que no declaran pero ¡cómo cobran! Hay más: 1,800 empresas que también se declaran pobres en sus informes al fisco, pero que en sus cuentas reciben constantes flujos de dinero que tienen que explicar.
Lolita, la cobradora de impuestos, también usa la información bancaria para cruzar datos entre lo que se declara al fisco y lo que se declara al SAT. Por ejemplo, si un contribuyente se dice tan pobre, pero tan pobre, que su domicilio fiscal es una caja de cartón en una esquina; sin embargo, sus estados de cuenta bancarios los recibe en su pequeña casa de Las Lomas.
El valor del IDE, más allá de su baja recaudación, está en la información que provee al fisco. Claro que esta apreciación de la utilidad del Impuesto a los Depósitos en Efectivo depende del lado del que uno se encuentre. Desde el corral de los cautivos, algo es algo.?
La primera piedra
Los burócratas tuvieron un incremento salarial para este año que no está para presumir, pero que al menos empareja sus ingresos con la inflación esperada para este año. El 4.9% de aumento podría causar muchas envidias entre un gran número de trabajadores del sector privado que hoy se conforman con no perder su chamba.
Para hoy, por ahí de las 10 de la mañana, se dará un encuentro entre las autoridades de la Secretaría de Hacienda y los dirigentes del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado. Y el tema será, sin duda, la debilidad de las finanzas públicas.
¿Qué soluciones se podrían encontrar en la relación laboral del gobierno con sus empleados a 11 días de las elecciones? Quizá no muchas, pero el simple hecho de que se pueda proyectar un mensaje de diálogo entre ambas partes ayuda para tener un poco de certezas.
Y es que los líderes de los burócratas saben que uno de los sectores laborales más protegidos e inmunes a las crisis son los trabajadores al servicio del Estado. Al menos Joel Ayala presume que a finales del año les darán un bono y que no serán tocados ni con el pétalo de un recorte, a pesar de las carencias presupuestales.?
La gran depresión