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Opinión

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¿Barómetro descompuesto?

El Barómetro de Empresas, publicación trimestral de Deloitte México, está en su quinto año. Su más reciente edición tal vez da muestras de agotamiento.

Los indicadores económicos se parecen a un barómetro: registran algunos aspectos significativos del desempeño de la economía, son sensibles a los cambios en el clima económico y son portadores de cambios por venir; sin embargo, un barómetro mide sólo una característica de la atmósfera. Además, el barómetro en sí mismo no causa un cambio en el estado del tiempo. De aquí que el término barómetro frecuentemente se aplique al de indicador económico en un sentido despectivo .

Las líneas anteriores las leí en un libro publicado en Guadalajara en 1992.

La analogía entre barómetro e indicador es antigua. Por ejemplo en 1916, American Economic Review incluyó un artículo titulado Construction of a Business Barometer Based upon Annual Data , escrito por Warren M. Persons, de Harvard University.

En el 2007, Deloitte difundió en México la primera edición de su Barómetro de Empresas.

En el portal de esa empresa consultora se afirma: El objetivo fundamental de Barómetro de Empresas es recopilar y revelar periódicamente las expectativas y tendencias empresariales sobre el clima de negocios en nuestro país (http://www.deloitte.com). Para ello, cada tres meses lleva a cabo una encuesta.

El capítulo III ( Inflación y tipo de cambio , página 9) de la edición 18 de Barómetro de Empresas comienza así:

La consolidación a la alza en la percepción positiva de este indicador es el rasgo más notorio y alentador del segundo trimestre del 2011.

Los ejecutivos continúan mejorando sus expectativas respecto de la evolución de precios y ya hace varios trimestres que la misma no se percibe como una amenaza para la economía mexicana.

Sólo 4% de los encuestados en junio de este año dijo creer que la inflación superaría 5% este 2011.

La mayoría de quienes participaron en el sondeo (57%) estimó que el indicador de la inflación se ubicará entre 3.5 y 4%, cifra superior incluso a la del trimestre anterior, la cual sobrepasa en casi 20 puntos la de junio del 2010 (38 por ciento) .

El cambio de las percepciones de los ejecutivos entre marzo y junio pasados fue notable, pero no mereció un comentario del analista de Deloitte.

A mi juicio, hizo falta. He comparado la misma gráfica de los informes correspondientes. En el de marzo (página 8) se indica que 3.5% pensaba que la inflación en el 2011 sería menor a 3.5%; en el de junio (página 9), a 7%; las cifras correspondientes al intervalo 3.5-4% son 52.1 y 57%, y las del tramo 4-5% son 40.4 y 31 por ciento.

Por otra parte, la afirmación de que sólo 4% de los encuestados en junio de este año dijo creer que la inflación superaría 5% en el 2011 es equivocada. Si hago caso de la gráfica de la página 9, lo correcto sería decir 5 por ciento.

Podrá argumentarse que este error no cambia las conclusiones, pero ese tipo de discrepancias pueden generar desconfianza en los lectores habituales de este informe, que ya está en su quinto año de vida.

Según la Real Academia Española, la palabra barómetro tiene estos significados: Instrumento que sirve para determinar la presión atmosférica y cosa que se considera índice o medida de un determinado proceso o estado .

Los instrumentos y las cosas pueden sufrir un deterioro.

Espero que lo anterior no sea el caso del Barómetro de Empresas de Deloitte.

fnunez@eleconomista.com.mx

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