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Opinión

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Argentina (III)

El proceso de privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales se llevó a cabo en tres años; la expropiación a Repsol, en menos de un mes.

No hay ningún objetivo patriótico en la estatización de YPF, sino la imperiosa necesidad de caja que tiene este gobierno , dijo el diputado argentino Omar de Marchi.

YPF es la compañía más grande de Argentina.

El 16 de abril pasado, el Congreso recibió un documento con el contenido siguiente: una fundamentación (I. Del modelo neoliberal al modelo de crecimiento con inclusión social; II. El rol de la producción de hidrocarburos en el desarrollo nacional; III. El desempeño de Repsol–YPF; IV. La carta autoincriminatoria del señor Brufau; V. Proyecto de ley; VI. Consideraciones finales) y un proyecto de ley (I. De la soberanía hidrocarburífera de la República Argentina, II. Del Consejo Federal de Hidrocarburos y III. De la recuperación del control de YPF).

El 4 de mayo pasado, los diputados aprobaron ese proyecto (208 votos en favor y 32 en contra).

El día siguiente, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, firmó el decreto que promulga la Ley 26.741, cuyo artículo 7 dice:

Declárase de utilidad pública y sujeto a expropiación el cincuenta y un por ciento (51%) del patrimonio de YPF Sociedad Anónima, representado por igual porcentaje de las acciones Clase D de dicha empresa, pertenecientes a Repsol YPF SA. Asimismo, el cincuenta y un por ciento (51%) del patrimonio de Repsol YPF Gas SA, representado por el sesenta por ciento (60%) de las acciones Clase A de dicha empresa, pertenecientes a Repsol Butano SA .

Y el día 7 se publicó en el Boletín Oficial de la República Argentina (http://www.boletinoficial.gov.ar/).

Ahora, los principales accionistas de YPF son el Estado, el Grupo Petersen y las provincias petroleras. Los medios de comunicación de aquel país se han referido a este hecho como expropiación, nacionalización o estatización.

La privatización de YPF fue menos rápida que la expropiación. En primer lugar, hubo una venta de activos por más de 2,000 millones de dólares y el despido de 30,000 empleados entre 1991 y 1993.

Según dos directivos: YPF era obesa en 1990 y queríamos convertirla en una atleta. El primer paso fue hacer que YPF perdiera peso. Eso no es suficiente para convertirse en atleta. Los atletas necesitan músculos para competir. Ésta fue la segunda etapa .

El proceso de reestructuración de la empresa duró dos años. Y en el año de 1993 se hizo la primera oferta pública de acciones a inversionistas privados. Entonces se duplicó la inversión extranjera en el mercado de capital argentino.

La Ley 24.125 (promulgada en 1992) aprobó lo dispuesto en el decreto 2778/90 (diciembre de 1990): la transformación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Sociedad del Estado en YPF Sociedad Anónima. El decreto 666/99 (junio de 1999) autorizó vender acciones a Repsol.

Ahora, un ingeniero de 44 años, experto en exploración petrolera y conocido en Pemex, Miguel Galuccio, está al frente de YPF para ejercer una conducción profesional , pero con dirección política .

Él trabajó en YPF y en Schlumberger. El 4 de mayo en La Nación se informó: ‘(el Gobierno) está buscando gente con mucha experiencia y con muy buena reputación’. Los aludidos serían ‘miembros del management de YPF en los 90’, es decir, durante la gestión de José Estenssoro y sus sucesores y hasta la venta a Repsol al final del segundo mandato de Carlos Menem .

fnunez@eleconomista.com.mx

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