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Peso y rublo, resilientes al conflicto en Ucrania un año después
El peso mexicano y el rublo ruso han sido las divisas más resilientes tras el estallido de la guerra; se han apreciado más de 10% ante el dólar luego de las fuertes caídas que registraron un día después del inicio del conflicto bélico en Ucrania.
El peso mexicano y el rublo ruso han sido las divisas más resilientes tras el estallido de la guerra; se han apreciado más de 10% ante el dólar luego de las fuertes caídas que registraron un día después del conflicto bélico. Otras divisas fuertes como el euro, la libra, el yen siguen rezagadas.
“En el mercado de divisas hemos visto un comportamiento mucho más normalizado que el del 2022, cuando el rublo ruso se ubicó con una fuerte apreciación ante el dólar en buena parte del año. Fue la moneda que presentó las mayores ganancias frente al dólar, debido al incremento en el precio del petróleo”, comentó Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis en Monex Casa de Bolsa.
A un año del estallido de la guerra, el peso se aprecia 10.79% ante el dólar y el rublo 10.76 por ciento. El dólar de Singapur avanza 0.94 por ciento. Estas son las tres monedas que resisten entre una muestra de 20 divisas duras del mundo de los últimos 12 meses.
La guerra afectó al rublo; el 25 de febrero de 2022 se depreció 25.25% respecto del dólar, para ubicarse en 105.2710 unidades por el billete de Estados Unidos. Y su peor nivel fue de 143 rublos por dólar el 7 de marzo, equivalente a una depreciación del 76% respecto de su cotización del 23 de febrero, un día antes de la invasión rusa a Ucrania.
El repunte del dólar de aquel entonces se explicó por una fuerte aversión al riesgo mundial, lo cual provocó una mayor demanda por instrumentos de refugio y la depreciación generalizada de las monedas emergentes.
El dólar se aprecia 5.63% frente al euro desde que estalló el conflicto bélico en Europa y un 11.33% ante la libra esterlina. Por su parte, el yen se ha depreciado 16.41% y el real brasileño un 0.29%, en dicho periodo.
Janneth Quiroz dijo que la guerra sigue siendo un factor de incertidumbre para el mercado cambiario.
