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BIVA, con grandes desafíos, a cuatro años de su creación
La llegada de la nueva Bolsa modificó el mercado bursátil mexicano y a pesar de que muchas cosas mejoraron con la competencia, el tamaño del mercado no ha crecido.

A cuatro años del surgimiento de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) el reto sigue siendo el mismo: hacer crecer el mercado bursátil mexicano.
BIVA inició operaciones el 25 de julio de 2018 con la premisa de que los mercados crecen” con la competencia y en tres años lograría listar a 50 nuevas empresas. El objetivo no se alcanzó y hoy el mercado es más pequeño.
En 2018 había 148 empresas listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y hoy el número es de 143. Algunas han decidido salirse del mercado, mientras que solo se ha celebrado una Oferta Pública Inicial (OPI) en BIVA en cuatro años.
Especialistas opinaron que si bien, la meta de BIVA era “retadora”, la coyuntura no le ha favorecido. Se han vivido tiempos complicados en el país y en el mundo, lo cual ha dificultado más el camino hacia el desarrollo del mercado bursátil.
De hecho, es la misma volatilidad en los mercados lo que ha hecho que el principal índice de BIVA, el FTSE-BIVA caiga 2.07% en los últimos cuatro años.
“La Bolsa no había crecido en años por eso era retador el objetivo de BIVA. La coyuntura no ayuda. Llevamos dos años de pandemia, el cambio de gobierno en México ha generado incertidumbre entre los inversionistas con cambios en la regulación, y el crecimiento económico del país es limitado”, dijo Carlos González, director de Análisis en Monex Casa de Bolsa.
Añadió que además, el mercado bursátil, en términos de valuación, está “barato", lo cual para el inversionista es atractivo, pero para las empresas no hace sentido porque no se reconoce el valor que deben tener.
Para Jacobo Rodríguez, director de Análisis en Black Wallstreet Capital, BIVA se planteó objetivos “bastantes altos”, como dinamizar las OPI, lo cual no se ha cumplido.
“Los retos a los que se enfrenta BIVA hoy son los mismos que se planteó cuando inició operaciones, en el sentido de hacer un mercado bursátil más robusto, pero también tiene que ver con muchos factores como la falta de cultura financiera, la situación económica del país y la pandemia”, explicó.
A decir de Jorge Sánchez Tello, director de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef), “el problema” al que se enfrenta BIVA es la falta de empresas que quieran listarse en Bolsa y en el contexto actual del país, el panorama es bastante complejo. Si bien, las colocaciones de deuda le han beneficiado.
Durante estos cuatro años, se han celebrado 320 emisiones de deuda y de capital en BIVA, por cerca de 342,000 millones de pesos, según datos del centro bursátil. Las emisiones más activas han sido las de deuda de corto y largo plazos, con 210. Se han colocado fibras inmobiliarias, de energía e infraestructura (Fibra E) e instrumentos estructurados (CKD y Cerpis) y la única OPI de los últimos casi cinco años.
No obstante, nuevas empresas se han visto desfilar en la Bolsa que dirige María Ariza, como Cox Energy, Hospitales MAC, Fibra Orión y Fibra Soma, así como Total Play, Fortem Capital y Capital Índigo.
Además, BIVA ha sido promotora de vehículos con enfoque social, ambiental y de gobernanza (ASG), así como vinculados a la sostenibilidad. A través de estos bonos temáticos se han registrado 20 emisiones.
Tiempo de cambios
El arribo de la nueva Bolsa también ha significado cambios, coincidieron especialistas. Abrió la competencia en un mercado dominado por un jugador, destacó Jacobo Rodríguez.
También ayudó a reducir los costos, principalmente en lo relacionado con el listado y mantenimiento de empresas. Los costos de listado de las emisoras bajaron cerca de 43% y los de mantenimiento 31 por ciento.
Asimismo ha hecho un trabajo relevante promoviendo la cultura bursátil entre las empresas y ha lanzado iniciativas para aumentar la base de inversionistas, como el Instituto BIVA.
“La Bolsa se ha aliado con instituciones para promover el mercado, ha hecho esfuerzos en diferentes frentes para ampliar la base de inversionistas. En estos años se ha incrementado el número de nuevos inversionistas, aunque el ticket promedio es menor, pero hay esfuerzos”, dijo Carlos González.
Estos cuatro años el número de cuentas de inversión en casas de Bolsa se multiplicó, al pasar de 250,000 a más de 3.7 millones, hasta abril de este año.
El surgimiento de BIVA ha sido objeto de debate. Uno de los temas que sigue sobre la mesa es la participación de mercado. El mercado no está creciendo, por lo tanto, se sigue repartiendo “el mismo pastel”, sentencian los analistas.
En 48 meses la nueva Bolsa ha ganado 10% de participación, con un promedio diario negociado de 2,000 millones de pesos.
“La intención de crear una segunda Bolsa de valores es buena, con la idea de crear un mercado más grande y atraer a nuevas empresas, pero si el objetivo solo va a ser quitarle las empresas que tiene hoy el mercado de valores es dividir un pastel muy pequeño”, dijo.
Otra de las controversias ha sido la llamada “mejor ejecución”. Para algunos participantes de mercado este cambio en la regulación no incentiva una real competencia.
“Este tema es complicado porque al final son las Casas de Bolsa las que deciden dónde mandar las operaciones. Se supone que para generar mayor competitividad se debería enviar la orden en donde haya más probabilidad de ejecutarse, pero las autoridades han forzado a que un porcentaje debe mandarse a BIVA, lo que va en contra el espíritu de competencia”, explicó Jacobo Rodríguez.