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La mirada de la zona euro: el dinero vuelve a fluir hacia los mercados emergentes
Los fondos de renta variable de emergentes domiciliados en Europa registraron su mejor trimestre desde 2023, con 9,100 millones de euros entre julio y septiembre y 11,600 millones en lo que va de 2025.

El debilitamiento del dólar y la incertidumbre sobre la política comercial de Estados Unidos han impulsado flujos de reasignación hacia estos mercados.
Las acciones de los mercados emergentes, eclipsadas durante años por los gigantes tecnológicos estadounidenses y el apetito por activos de menor riesgo, han recuperado protagonismo en 2025.
El debilitamiento del dólar y la incertidumbre sobre la política comercial de Estados Unidos junto con un acuerdo arancelario con China, han impulsado flujos de reasignación hacia estos mercados.
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Flujos y auge de la gestión pasiva
Los fondos de renta variable de emergentes domiciliados en Europa registraron su mejor trimestre desde 2023, con 9,100 millones de euros entre julio y septiembre y 11,600 millones en lo que va de 2025. Destaca el auge de las estrategias pasivas: por costes más bajos y una mayor oferta de índices, los inversionistas se decantan por fondos indexados.
Solo el 32.9% de los gestores activos superaron a los pasivos en 2024; a diez años, el éxito baja al 19.6 por ciento.
Hoy, el 45.4% de los activos de la categoría está en productos pasivos y casi todas las entradas del año han ido a estos vehículos.
Rentabilidad y motivos del repunte
El índice Morningstar Emerging Markets sube un 13.7% en euros en 2025 y un 9.4 % solo en el tercer trimestre, su mejor registro desde 2020. Este rally se explica por valoraciones deprimidas (descuentos del 40–50% frente a mercados desarrollados), un dólar más incierto, la recuperación de China y Corea, y la mayor flexibilidad monetaria derivada de la menor inflación, que ha permitido bajadas de tipos.
Perspectivas
Goldman Sachs espera que los beneficios empresariales de los emergentes crezcan un 9% este año y un 14% en 2026, principal motor de rentabilidad a corto plazo. Gestores de Nordea y Comgest señalan que estos mercados siguen siendo atractivos por su menor vulnerabilidad a fricciones comerciales y por albergar motores estructurales de crecimiento en tecnología, sanidad, sostenibilidad y consumo.
Aunque persisten riesgos geopolíticos y de liquidez, consideran intactas las oportunidades de largo plazo, especialmente en digitalización, infraestructura tecnológica y bienes de consumo.
*el columnista invitado es editor de Morningstar España

