Buscar
Geopolítica

Lectura 7:00 min

México debe de volver a insertarse en el mundo: Muñoz Ledo

La política de verse el ombligo es equivocada, comenta Porfirio Muñoz Ledo en entrevista con El Economista; cree que la diversificación de las relaciones es un camino que tendría que tomar México.

main image

Foto: AFP

Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Entrevista a Porfirio Muñoz Ledo, diputado.

Todas las noches, y antes de irse a dormir, Porfirio Muñoz Ledo observa el mapamundi que tiene en su casa. El ejercicio rebasa a la metáfora; tampoco se trata de un acto mecánico de quien enciende una lámpara en forma de mundo. En Porfirio Muñoz Ledo existe una pasión genuina por conocer temas internacionales.

Con voz pausada, pero enérgica, sentencia: “México debe de volver a insertarse en el mundo. La política de verse el ombligo es equivocada”.

Muñoz Ledo una rara avis de la política mexicana; rompe con el etnocentrismo porque su visión es global y sus análisis abrevan de la política comparada.

El mes pasado se cumplieron 75 años del final de la Segunda Guerra Mundial, pero parece que son 750 años para presidentes, como el estadounidense Donald Trump quien rompió un acuerdo con Rusia sobre misiles nucleares de corto y mediano alcance. ¿Juega con fuego?, le pregunto a Porfirio Muñoz Ledo.

“Trump juega con fuego de toda la vida. Hay una película de un socio de él que era un violador de menores (se refiere al documental de Netflix, “Jeffrey Epstein, Asquerosamente rico”). ¿Por qué no han sacado todo el expediente a Trump?, pregunta Muñoz Ledo.

El diputado que presidió el Congreso hasta el 5 de septiembre pasado, no duda en calificar a Trump como “el peor presidente que haya tenido los Estados Unidos”, y matiza, “el apoyo popular va entre un 30% a 35% de los electores; son xenófobos, son racistas. Ese grupo es anti mexicano, anti latino”.

Trump está por concluir su mandato y requiere algo más de ese 35% para reelegirse. “Con un 10% que le pongan llega al 40 por ciento. Entonces, ya tiene la presidencia”.

Porfirio Muñoz Ledo subraya el peligro que representa Trump, pero recuerda los equilibrios: “Es peligroso Trump. Peligroso. Afortunadamente lo equilibran la Federación Rusa y la República Popular China. Y los europeos, en la medida que pueden, un poco más los ingleses”.

Entre 1979 y 1985, Porfirio Muñoz Ledo estuvo al frente de la Misión Permanente de México ante Naciones Unidas. Entiende el valor del puesto. Por ello aplaude que el próximo año el actual gobierno se siente en un sillón no permanente del Consejo de Seguridad.  “Y ahí te enteras de la política mundial”, comenta.

El alcance de la Secretaría de Relaciones Exteriores es diferente. El objetivo principal es “la defensa de los mexicanos en el exterior”. “Tenemos una espléndida, magnífica embajadora en Washington, Martha Bárcena”.

Las de Estados Unidos, elecciones globales

Porfirio Muñoz Ledo recuerda una frase que algún día escuchó: “Debiéramos participar todos los países del mundo  en la elección del presidente de Estados Unidos”. La seducción del momento actual es enorme.

En efecto, el entorno de las protestas en contra del racismo en Estados Unidos ha abierto una herida muy profunda. En este sentido, Porfirio Muñoz Ledo cree que George “Floyd se va a convertir en el héroe universal. Hay que beatificarlo”.

Se trata del preámbulo del inicio de las elecciones presidenciales. “Los demócratas no son mancos”, comenta, y agrega que utilizarán los mismos recursos tecnológicos que llevaron a Trump a la Casa Blanca.

“Yo vería con muy buenos ojos, y todos los mexicanos, que el Partido Demócrata ganara las elecciones. Biden, para ser concreto”.

En la otra cara de la moneda se encuentra Christopher Landau, de quien Muñoz Ledo aplaude su desempeño como embajador de Estados Unidos en México: “Es un hombre fino. No interviene en las cosas del país. Yo lo veo como un excelente embajador”. En efecto, no se parece a Trump.

China, el pragmatismo

“El embajador de China tiene una ventaja sobre muchos embajadores, estudió en el Colegio de México. Habla el español”, señala Muñoz Ledo.

“Hay un acuerdo que va a crecer. Así como hay una relación especial entre la Federación Rusa y los Estados Unidos, con sus acusaciones mutuas, con sus altos y sus bajos, China querría tener una relación especial con México”.

Una solución para romper con la especie de determinismo geográfico que centra la relación comercial con Estados Unidos, es la búsqueda de la diversificación. “México debería tener una relación con China verdaderamente cooperativa. De alianza. Eso es lo que yo pienso. México debe de equilibrarse en el mundo. Lo hemos hecho en otras ocasiones”.

“Lo que tiene México es mala brújula del interés nacional. Es oscilatoria. Muy descuadrada. Mayoritariamente está orientada hacia el Norte y no se mueve para otros lados”, comenta.

“Debe conducir a una integración inteligente de la globalidad; no la podemos parar. Es absurdo”.

El azote del nuevo coronavirus ha hecho escalar el nivel de confrontación entre China y Estados Unidos. No es baladí que la ausencia de interés de la Casa Blanca en asuntos multilaterales detone el movimiento en el ajedrez de la geopolítica. China lo está haciendo.

“Lo de China es inamovible. Es decir, Estados Unidos puede ir para arriba o puede irse para abajo. Pero China es de una consistencia tremenda. Los chinos se han vuelto pragmáticos”.

El país asiático se encuentra en plena transición respecto a Hong Kong. Han aprovechado la atención sobre la pandemia para ajustar su política de seguridad respecto a Hong Kong. El modelo de “un país, dos sistemas”, corre riesgo por el ajuste que desea hacer el régimen sobre las libertades de los hongkoneses.  “Se han flexibilizado, pero son monolíticos”, comenta.

“China va a ser la primera potencia del mundo. Son muy sabios, tienen una política a largo plazo. Hacen las cosas bien”.

El chantaje

En una amenaza hostil que no es digna entre socios estratégicos, el presidente Donald Trump amagó con imponer aranceles a las importaciones de productos mexicanos en caso de que el gobierno del presidente López Obrador no colocara seguridad armada en la frontera con Guatemala. Para Porfirio Muñoz Ledo la medida “era absurda” porque el propio Trump hubiera dañado la competitividad de los productos estadounidenses, en particular, el de los automóviles.

“Francamente no entendí por qué cedimos al chantaje”, comenta.

Le pregunto si la raíz proviene de la visión etnocéntrica del actual presidente de México, a lo que Muñoz Ledo contesta: “No. Yo creo que fueron ramas del gobierno, ramas del sector privado un poco conservadoras. Se vale ser conservador. Como se vale ser progresista. Así se mueve el mundo. No estoy criticando al gobierno. Estoy dando mi opinión propia”.

El espectro temático en las conversaciones con Porfirio Muñoz Ledo tiende hacia el infinito. Recuerda que una de las misiones que tuvo cuando viajó a Nueva York durante el sexenio del presidente López Portillo fue la preparación de un plan energético. “López Portillo estaba obsesionado con el petróleo”. Porfirio, por el contrario, ya discutía sobre energías alternativas. “Corremos riesgo de que desaparezcan islas” por el cambio climático.

Con labor pedagógica, Muñoz Ledo explica los orígenes del populismo en la Rusia zarista. Le pregunto si el auge de los populismos incrementará la temperatura de los nacionalismos. Muñoz Ledio niega que el presidente de Brasil Jair Bolsonaro sea un populista: “Es nacionalista. No hace nada por Brasil. Bolsonaro es un conservador.

La noche de hoy, antes de dormir, Porfirio volverá su mirada al mapamundi.

geopolitica@eleconomista.mx

Fausto Pretelin Muñoz de Cote

Fue profesor investigador en el departamento de Estudios Internacionales del ITAM, publicó el libro Referéndum Twitter y fue editor y colaborador en diversos periódicos como 24 Horas, El Universal, Milenio. Ha publicado en revistas como Foreign Affairs, Le Monde Diplomatique, Life&Style, Chilango y Revuelta. Actualmente es editor y columnista en El Economista.

tracking reference image

Noticias Recomendadas

Suscríbete