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Geopolítica

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Desalojan con violencia a manifestantes en Egipto

Decenas de personas perdieron la vida durante las acciones para desocupar los campamentos de personas que demandaban la restitución de Mohamed Mursi.

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El Cairo.- Al menos 124 personas murieron el miércoles en una operación de las fuerzas de seguridad egipcias para desalojar dos plazas ocupadas por partidarios del presidente islamista derrocado Mohamed Mursi.

El baño de sangre desencadenó una ola de protestas internacionales, tanto de países occidentales como musulmanes.

Otras regiones fueron escenario de incidentes, con enfrentamientos en Alejandría y el incendio de tres iglesias cristianas coptas en el centro del país.

El gobierno instalado tras el derrocamiento de Mursi, el 3 de julio, declaró por la tarde el estado de emergencia durante un mes.

Las autoridades habían prometido un desalojo "gradual" de las plazas Rabaa al Adawiya y Al Nahd, ocupadas desde hace un mes y medio por miles de islamistas que reclaman el retorno de Mursi, cuya detención fue prolongada el lunes por otros 15 días.

Pero las tropas policiales y militares, reforzadas con topadoras, rodearon por sorpresa al amanecer los parques y empezaron a avanzar disparando gases lacrimógenos contra las tiendas de campaña, que albergaban a numerosas mujeres y niños.

A primeras horas de la tarde, un periodista de la AFP contó 124 cadáveres, muchos con impactos de bala, en la morgue improvisada junto a la plaza Rabaa.

Se carece hasta ahora de informes sobre el desmantelamiento del campamento de Al Nahda, donde según el ministerio del Interior la operación ya concluyó. Periodistas de la AFP vieron en las inmediaciones de ese lugar cuatro cadáveres, algunos calcinados.

Los Hermanos Musulmanes, el movimiento de Mursi, afirman que la represión dejó 2,200 muertos y más de 10,000 heridos. El balance de las autoridades es de 56 muertos.

En el hospital de campaña cerca de la plaza Rabaa, los médicos se veían desbordados y abandonaban los casos más desesperados para ocuparse de los heridos con más posibilidades de sobrevivir.

El acceso a la plaza estaba prohibido a los periodistas, pero se seguía escuchando el ruido de armas automáticas y los gases lacrimógenos caían a raudales sobre las tiendas de campaña, mientras los altavoces de la plaza difundían cánticos religiosos a todo volumen.

Islamistas llaman a la movilización para frenar la "masacre"

FRACASO EN LAS MEDIACIONES

La operación llega después de que fracasaran los intentos internacionales de mediar para acabar con el enfrentamiento político entre los seguidores de Mursi y el Gobierno apoyado por los militares, que llegó al poder tras su derrocamiento el 3 de julio.

Después de que los Hermanos Musulmanes pidieran a sus simpatizantes que salgan a la calle, la violencia amenazaba con desestabilizar aún más a la nación árabe más poblada y poner en peligro las esperanzas de llegar a la democracia.

Más de 300 personas han muerto debido a la violencia política desatada en estas semanas, entre ellas decenas de simpatizantes de Mursi muertos a manos de las fuerzas de seguridad en anteriores sucesos en El Cairo.

El miércoles los disturbios se extendieron más allá de la capital, y se produjeron incidentes en Minya y Assiut, dos ciudades del delta del Nilo.

Mursi se convirtió en el primer presidente democráticamente electo en la historia del país en junio de 2012, pero no consiguió gestionar los problemas económicos y causó temor en muchos egipcios por sus aparentes intentos de fortalecer el régimen islámico en Egipto.

Ahora permanece detenido en un lugar no identificado y las autoridades han congelado los activos de los Hermanos Musulmanes, varios de cuyos líderes han sido arrestados o están siendo buscados por las fuerzas de seguridad.

El derrocamiento del presidente se produjo tras las manifestaciones multitudinarias de liberales y jóvenes egipcios pidiendo su dimisión.

El Ejército, encabezado por el general Abdel Fatah al Sisi, ha instalado un gobierno temporal para aplicar lo que califica de "hoja de ruta" hacia la democracia, en la que se incluyen elecciones en seis meses.

Occidente ha expresado alarma por la violencia, y el miércoles la Unión Europea urgió a las autoridades a actuar con la "máxima contención".

El desalojo de los campamentos parece acabar con cualquier esperanza de que los Hermanos vuelvan al proceso político y refuerza la impresión que tienen muchos egipcios de que los militares están endureciendo su control y poder.

El martes, el presidente provisional Adli Mansur nombró al menos 18 nuevos gobernadores provinciales, la mitad generales retirados, sacando a miembros de los Hermanos Musulmanes y devolviendo la influencia a hombres procedentes de los cuarteles y la policía.

ACTUALIZACIÓN 14/08/2013 A LAS 9:42 HORAS. SE PRECISA INFORMACIÓN SOBRE EL NÚMERO DE MUERTOS EN LOS DESALOJOS

klm/mac

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