Altas expectativas para el debate vicepresidencial

El vicepresidente Biden, un hombre con casi cuatro décadas de experiencia en la política, no se ha tomado a la ligera los preparativos para su debate contra el representante republicano por Wisconsin, Paul Ryan, al llevar a cabo las sesiones de práctica y hojear libros de información en los últimos meses.

Ahora, a raíz de los ampliamente criticados resultados del presidente Obama en su primer debate en contra de Mitt Romney la semana pasada, los riesgos para Biden de repente son más altos que nunca. En el debate vicepresidencial del 11 de octubre, no sólo deberá evitar errores, sino también deberá tratar de atacar los argumentos de su oponente republicano acerca de los impuestos, la reforma del derecho y la reducción del déficit, algo que se le criticó a Obama no hacer la semana pasada.

La presión sobre Ryan también ha aumentado. Romney superó con creces las expectativas al aparecer presidencial y en control del debate.

Ryan, quien nunca antes ha debatido a nivel nacional, debe demostrar que es material presidencial al mismo tiempo que deberá defender los números que Romney presentó la semana pasada, especialmente en cuestión de recortes de impuestos.

Ambas partes tienen predicciones muy elevadas para el equipo contrario. Hay mucho en juego. El presidente Obama no pudo defender su labor y no pudo articular una visión para el futuro. Así que creo que el desafío ahora recae en el Vicepresidente Biden , indicó el representante republicano por Utah, Jason Chaffetz, un aliado clave de Romney.

Bill Burton, exsubsecretario de prensa de la Casa Blanca, argumentó que la carga en realidad recae en Ryan.

Ryan se va a enfrentar a la presión de explicar algunas de las afirmaciones deshonestas que él y Romney han hecho, sobre todo en cosas como Medicare, impuestos y en la industria automotriz , afirmó.

Un punto en el que ambas partes parecen estar de acuerdo es que Biden será posiblemente más agresivo en su enfrentamiento contra Ryan.

Ambos contendientes han estado profundamente involucrados en los preparativos del debate, incluso cuando han mantenido una apretada agenda en la campaña electoral. Para Biden eso ha significado incluir tales preparativos mientras visitaba a su familia en Delaware. Para Ryan, sesiones de práctica en Washington.