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Familia laboral, la apuesta de líderes
La clave del éxito está en unir fuerzas y que las confrontaciones no impidan el logro de las metas.

Los líderes del siglo XXI deben estar conscientes de que sus compañías están conformadas por seres humanos que piensan y sienten, individuos que colaboran para lograr una meta en común, y no por activos fijos.
Se ha vuelto esencial impulsar el potencial del talento dentro de la empresa. Oscar Rodríguez González, director de Desarrollo de Recursos Humanos de El Palacio de Hierro, apuesta por la creación de una cultura familiar que se centre en la unión, la colaboración y el trabajo en equipo.
“Buscamos que haya un ambiente de colaboración y no de confrontación, en donde el conjunto de fortalezas se traduzcan en un crecimiento en la productividad”, comenta el también autor del libro Familia Laboral: compañeros de vida.
Es precisamente en esta publicación donde Rodríguez González expone que los líderes mexicanos deben ofrecer las condiciones necesarias para que el capital humano se desarrolle, lo que por ende traerá mejoras a la compañía: “La mejor manera en la que la empresa sea más productiva es si yo, como líder, provoco que la gente esté a gusto con lo que hace y en el lugar donde se encuentra, sólo así los resultados son satisfactorios”.
-¿Cuáles son los pasos a seguir para formar una familia laboral?
Primero, los directivos deben tener conocimiento del término, y que adoptarlo es ver a todos los colaboradores como personas. La clave está en saber sus nombres, edad, dónde viven, si tienen o no problemas como sus compañeros de trabajo; esta información permite conocer mejor a los trabajadores, pero también les deja ver lo importante que son.
-Y esto, ¿en qué beneficia a los colaboradores?
Simple, les genera un sentido de pertenencia, se vuelven más productivos y colaborativos: ayudan a otros a conseguir sus metas, es probable que comiencen a pensar que si ellos son capaces de hacerlo, sus compañeros también pueden. Así, los resultados de la compañía son mejores. El objetivo del libro es lograr que las compañías sean justas, prósperas y humanas.
-¿En un ambiente tan competitivo es posible poner en práctica este tipo de conceptos?
Los latinoamericanos, por ejemplo, somos muy competitivos, es común que existan confrontaciones entre compañeros de trabajo, nunca vamos a aceptar que hay alguien mejor que uno. Pero al igual que una familia tradicional: tenemos que unir fuerzas para lograr mejores resultados.
Referente a México, Oscar Rodríguez dice que nuestro país está en buen momento para adoptar el concepto de familia laboral, principalmente en las nuevas generaciones. “Es importante que los futuros líderes conozcan lo imprescindible que es laborar en un ambiente cordial y unido”, abundó.