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Producción fabril alemana repuntó con fuerza en mayo
La producción industrial de Alemania repuntó con una fuerza inesperada en mayo, según datos oficiales, lo que aumenta las esperanzas de que la principal economía de Europa haya superado la crisis a pesar de las tensiones comerciales con EU.

La producción industrial de Alemania repuntó con una fuerza inesperada en mayo, según datos oficiales, lo que aumenta las esperanzas de que la principal economía de Europa haya superado la crisis a pesar de las tensiones comerciales con Estados Unidos (EU).
La producción industrial aumentó 1.2% a tasa mensual, tras caer 1.6% en abril después de que el presidente estadounidense de EU, Donald Trump, anunciara fuertes aranceles, informó ayer la agencia federal de estadísticas Destatis.
Los analistas encuestados por la firma de datos financieros, FactSet, habían pronosticado una caída de 0.1 por ciento.
El repunte fue impulsado por un aumento en la producción de energía y un sólido desempeño del sector automotriz, donde la producción subió 4.9 por ciento.
En general, la producción industrial incrementó 1.0% respecto al mismo mes del año pasado, lo que subraya las esperanzas de que lo peor podría haber pasado para la industria alemana después de una serie de fuertes publicaciones de datos de producción y pedidos desde principios de año.
Carsten Brzeski, analista del banco ING, señaló que los datos “aumentan la probabilidad” de que la recuperación industrial de los últimos meses haya sido impulsada por algo más que una “carga anticipada” como resultado de que los clientes hicieron pedidos antes de que los aranceles de EU entraran en vigor.
“Es demasiado pronto para dar el visto bueno, pero las señales de, al menos, un repunte cíclico, aunque desde niveles bajos, están aumentando”, dijo Brzeski.
Las perspectivas, sin embargo, se vieron afectadas por la posible imposición de severos aranceles recíprocos que Washington anunció en abril pero que luego fueron suspendidos por 90 días.
Los nuevos impuestos a las importaciones finalmente entrarán en vigor mañana (a menos que se llegue a un acuerdo o se produzca un nuevo retraso) y los productos de la Unión Europea se verían afectados por una tasa arancelaria general del 20 por ciento.
