Subir el ISR no hará que aumente la recaudación

Subir la tasa de los impuestos no garantiza una mayor recaudación, aseguraron fiscalistas de Baker & McKenzie (B&M).

En conferencia de prensa para hablar sobre las perspectivas de la reforma fiscal, establecieron que elevar el Impuesto sobre la Renta (ISR) iría en contra de la tendencia internacional, porque se estaría recargando la tributación en los gravámenes directos.

Los socios de la firma, Héctor Reyes, Juan Carlos Valles y Luis Carbajo, consideraron que actualmente tenemos una tasa del ISR competitiva. Y al subirla más de 30%, advirtieron, se incentivaría a la elusión o a la evasión.

La reforma fiscal debe hacer más competitivo al país y más responsables a los gobernantes sobre cómo se gastará el presupuesto.

Lo anterior, ante las versiones que se generaron en torno de la posibilidad de que el gobierno presente una reforma hacendaria, que grave a los más ricos con un ISR de 37 por ciento.

Dijeron que, si bien hasta el momento no hay una propuesta oficial, lo importante es dar seguridad jurídica, certeza y tasas efectivas.

Con ello, las empresas tendrán reglas claras que no se cambiarán cada año, mediante misceláneas fiscales que permitirán la permanencia de las inversiones en el país.

Esto no sucede con iniciativas como la que se está analizando para homologar el ISR con las cuotas del IMSS y las sugerencias de la OCDE de quitar las exenciones en el IVA en importación de mercancías, así como la eventual eliminación del régimen de consolidación fiscal, que se menciona en el Pacto por México, afirmaron.

AUMENTARÁ COSTO

Esto no aumentaría la recaudación de impuestos, sino más bien el costo de hacer negocios de las empresas se encarecerá en 16%, aseguraron. Al referirse específicamente al régimen fiscal para las empresas maquiladoras, alertaron que se puede perder competitividad y se postergarían las decisiones de proyectos de inversión, hasta que se tenga certeza jurídica.

Y es que hicieron referencia a que la OCDE sugiere reducir o eliminar ciertas deducciones, como prestaciones de previsión social y revisar la conveniencia de conservar otros incentivos fiscales, como los otorgados a las maquiladoras.

Refirieron que este sector genera 2.2 millones de empleos y trabaja sobre incentivos en su nómina, porque las maquilas son un centro de costos y no de utilidades.

Hicieron ver que, al gravar el flujo de efectivo y las deducciones en la parte de sueldos y salarios, como los bonos, las empresas entonces tendrían que pedir prestado para pagar los impuestos.