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PIGS, sin opción de renunciar a la Unión Monetaria

Ésta es la conclusión a la que han llegado catedráticos monetaristas en México, de la Universidad Panamericana (UP) y del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Ningún país miembro de la zona euro tiene la opción de renunciar a la unión monetaria para buscar una solución particular a sus problemas financieros. Ni le conviene a cualquiera de las 17 economías miembros ni está previsto en la legislación de la UE.

Ésta es la conclusión a la que han llegado catedráticos monetaristas en México, de la Universidad Panamericana (UP) y del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

En conversaciones separadas, expertos en el tema evidenciaron que no existe un capítulo, un apartado o una acotación acerca de cómo renunciar a la unión monetaria y menos a una eventual expulsión de la misma.

Esto a raíz del impacto que ha tenido en los mercados el deterioro de las finanzas públicas de Grecia, Irlanda, Italia, Portugal y España y que ha terminado por impactar al euro.

Y van por más

El proyecto de la Comunidad Europea es extender la unión monetaria entre los 24 países miembros de la Comunidad. Hasta ahora, sólo son 17 los países integrantes de la zona euro.

Irén Castillo, investigador y catedrático en la UP aclara que lo que menos les conviene a países como Portugal, Irlanda, Italia, Grecia o España es abortar al pacto común, justo ahora que tienen problemas financieros, porque automáticamente perderían las ventajas ante inversionistas, de ser vistos como parte de la zona euro.

Sin reversa

Tal como lo explica Castillo, resulta difícil o prácticamente imposible que debido a un evento negativo, algún país pueda ser relegado de la Unión Europea.

En tanto, Sergio Negrete, miembro del CEEY, detalla que el riesgo mayor que se corre por la crisis de las economías europeas del mediterráneo es que se merme la confianza en la unión monetaria, que desde su creación ha sido vista como un área de fortaleza.

Me parece que la solución de la crisis fiscal de estos países es una prueba importante, en sus 10 años de vida, para ver de qué están hechos. Pero también creo que pensar en que pudieran expulsar a alguno, al presentarse la primera falla... sería un exceso que lesionaría gravemente el proyecto de la Unión Monetaria , finaliza.

ymorales@eleconomista.com.mx

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