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Clásico Joven: las raíces del estigma del miedo
Cruz Azul y América volverán a toparse este fin de semana, en la reactivación de la Liga MX. La psicología describe una creencia colectiva que pesa del lado cementero, pero que puede corregirse con técnicas de gestión y liderazgo.

América vs. Cruz Azul.
Cruz Azul y América protagonizan una de las máximas rivalidades en la historia del futbol mexicano, aunque en los últimos años se ha potenciado por sus frecuentes cruces en Liguilla.
Cementeros y Águilas se han enfrentado 10 veces en fase final desde la instauración de los torneos cortos en 1996. Sin embargo, tres de esas eliminatorias fueron en el año y medio más reciente, es decir, en el Clausura 2024, Apertura 2024 y Clausura 2025.
En esa tercia, América fue el vencedor. No importó que Cruz Azul tuviera dos entrenadores diferentes, Martín Anselmi y Vicente Sánchez. El resultado en Liga MX fue el mismo, incentivando esa percepción mayoritaria de que la Máquina es incapaz de superar a las Águilas o que algo sucede anímica y mentalmente que les hace derrumbarse.
En vísperas de su próximo partido, que será este sábado en la Jornada 13 del torneo Apertura 2025, El Economista charló con un psicólogo deportivo para analizar ese peso mental del Clásico Joven, luego de una balanza que se ha inclinado del lado azulcrema.
Conceptualización
El doctor Carlos Vázquez Villegas, psicólogo del deporte de la Dirección General del Deporte Universitario (DGDU) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), parte del hecho de que sí hay un concepto para esta situación.
“Es un argumento colectivo. Y recordemos que los argumentos, crónicas o diálogos pues pueden ser reales o irreales. Al final, una cultura se implementa de acuerdo a un tipo de pensamiento. Cuando la colectividad asume y tiene una creencia, esta se va arraigando y siendo cada vez más sólida. El hecho de que la afición considere que nunca se le puede ganar a alguien va generando esa creencia colectiva que puede permearse a los jugadores”.
Algunos teóricos de psicología y ciencias sociales, como Jerome Bruner y Emile Durkheim, han sido vinculados al origen del concepto de creencia colectiva.
En el caso del Clásico Joven, el especialista señala que las recientes estadísticas pueden incentivar el arraigo de esta creencia con impacto negativo para los cementeros.
“Mientras las personas la asuman, va a ser cada vez más difícil quitarla. Es una realidad: las creencias se solidifican y de pronto es muy complicado poderlas cambiar, claro, si no son bien desarrolladas o trabajadas”, señala Vázquez Villegas, con 25 años de experiencia con deportistas.
En 2008, Miguel Sabah, ex delantero de la Máquina, causó alto ruido mediático por declarar que él y sus compañeros se espantaron en una derrota de fase regular (0-2) contra América: “Nos asustamos y pasó lo que pasó”.
Desde entonces, varios medios retoman la palabra miedo para hablar de esta rivalidad. Más allá de eso, lo cierto es que el equipo de La Noria lleva ocho eliminaciones seguidas ante América en Liguilla, incluyendo las finales del Clausura 2013, Apertura 2018 y Clausura 2024.

Cruz Azul y América volverán a toparse en la reactivación de la Liga MX.
Erradicación
Nicolás Larcamón, actual entrenador de Cruz Azul, fue tajante cuando se le cuestionó si enfrentar a América es un estímulo extra para él y sus jugadores.
“La motivación más grande no es el rival. La motivación más grande son nuestros colores, nuestra camiseta, nuestra gente y la ambición más grande es ganar el partido por lo que representa para nosotros”, expresó en conferencia previa a la Jornada 13.
Larcamón es un entrenador con percepción positiva desde que llegó a México en 2021, pues logró meter a un equipo de bajo presupuesto, como Puebla, a más de una Liguilla. Luego logró un título de CONCACAF para León y después devolvió protagonismo a Necaxa.
No obstante, sólo ha logrado una victoria contra América en 13 partidos con todos estos equipos. Vivirá su primera batalla del lado de Cruz Azul este fin de semana y su impacto como líder es clave para romper el peso psicológico.
“Una creencia se implanta a partir de los líderes. Si los líderes no están convencidos, es muy fácil que el equipo no pueda entender una nueva idea y realidad de juego, porque van a asumir la realidad que el líder está teniendo”, recalca el psicólogo deportivo.
Por Cruz Azul han pasado múltiples entrenadores y jugadores durante la racha de derrotas ante América. Eso también tiene raíces en la creencia colectiva.
“Es una creencia colectiva tan arraigada en el árbol social que pesa emocionalmente (…) Sería difícil asegurarlo porque no los conozco realmente, pero es muy probable que lleguen viciados de alguna manera. El tema de las creencias es que es difícil para uno mismo darse cuenta de que la tenemos porque es inconsciente y lo asumimos.
“Cuando llega una figura a una institución nueva, trae hábitos, ideas y experiencias previas, pero me ha tocado que llegan entrenadores muy capaces a instituciones donde ellos dicen ‘¡híjole!’. Como llegan predispuestos a una situación, a un cierto contexto, claro que merma su desempeño”.
Si bien cada equipo maneja sus propias estrategias de psicología, el especialista consultado por este diario menciona algunas estrategias para erradicar una situación de creencia colectiva como la que ocurre en el Clásico Joven.
Primero: compilar evidencias de que el equipo sí es capaz de derrotar a América y también de series contra otros equipos en los que lograron remontar o sacar triunfos valiosos.
Luego, propone resaltar las fortalezas de su grupo actual a nivel técnico y estratégico, convencer a los jugadores de sus capacidades y de que el rival tiene una amplia lista de debilidades: “Es una manera de equilibrar el tema emocional, no sólo la fortaleza del otro, también las tuyas y enfocarte en identificar sus deficiencias. Se le llama hacer un contrapeso mental de lo que ves en tu realidad”.
El tercer punto es que los líderes del equipo dictaminen un nuevo enfoque. Después, menciona que es prioritario salir a disfrutar una competencia en la actualidad. Resalta que eso es algo comprobado por la ciencia.
“Es un tema que hemos entendido: el cerebro te va a permitir funcionar si el disfrute está como prioridad. Evita que te frustres, enojes, desesperes y que termines bajando tu nivel de intensidad. Para eso es importante el establecimiento de objetivos individuales, porque de lo contrario delegamos la felicidad a un resultado y esa es la manera más fácil de, emocionalmente, ir hacia abajo”.

