Tigres acaba con la racha de América en un duelo violento

Ignacio Ambriz vio cómo, cada minuto, su equipo se desmoronada, dejaba en el camino su mejor racha de goles, triunfos y confianza.

América perdió 0-1 ante Tigres, pero más allá del resultado que terminó con la inercia que había ganado el equipo azulcrema tras un inicio lleno de dudas, las Águilas mostraron su versión más incomprensible, la violenta.

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No fue casualidad que el partido terminara con tres jugadores expulsados. Rubens Sambueza –quien comenzó a ensuciar el clima de un partido que prometía goles y calidad por la calidad de sus jugadores y por otro lado el caso de Darío Benedetto en el final del primer tiempo y en menos de dos minutos sepultaron las opciones ofensivas de su equipo.

En el lado de la autónoma de Nuevo León, Jürgen Damm, todo como parte de una constelación de emociones desbordadas, no siempre canalizadas para beneficiar el juego.

Una falta de Javier Güemez en el área chica, la marcó el árbitro como falta y André Pierre-Gignac no falló en ejecutar el castigo, su sexto gol en el campeonato y la tranquilidad para manejar un partido, en donde sus rivales, poco a poco, fueron perdiendo la cabeza y la estabilidad emocional.

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Con una postura de controlar el balón y buscar la portería americanista, los Tigres dominaron los primeros minutos y aunque el ímpetu e insurgencia de Sambueza creó las únicas opciones de los locales, su furia también provocó enfrentamientos con los rivales, hasta que sus reclamos al silbante provocaron su expulsión.

En menos de dos minutos América sentenció su derrota, porque instantes después, y con la furia de la impotencia, Darío Benedetto buscó un balón con fuerzas excesiva, lo que el árbitro calificó como juego brusco, lo que también le costó la salida prematura del partido.

Parecía el escenario ideal para los Tigres, con la superioridad numérica, el marcador a favor y con 45 minutos por delante para aumentar su ventaja. No fue así. La poca ambición de sus jugadores y la necedad de Ricardo Ferreti para modificar un cuadro donde las inconsistencias eran la constante, le dieron vida y esperanza para Águilas.

Entre las fallas de las pocas oportunidades y la displicencia de los felinos, América tomó fuerzas, y más con la expulsión de Jürgen Damm, tras un enfrentamiento con Michael Arroyo.

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Por eso, los últimos minutos fueron los mejores del partido y Águilas, porque se convirtió en un duelo de ida y vuelta, donde una falla de Miguel Samudio pudo significar el empate y la falla de Gignac, sólo frente a la portería de Moisés Muñoz, decretó el marcador final, el final de la racha de América de cinco victorias y una victoria insípida para los Tigres que toman ritmo en la liga.

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