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Nadal certifica su retorno con el título en Acapulco

Rafael Nadal se coronó con un dominante 6-0 y 6-2 ante David Ferrer para conquistar su segundo Abierto Mexicano de Tenis

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ACAPULCO. Rafael Nadal certificó su regreso al circuito profesional con un triunfo irrebatible, contundente y rápido. El mallorquín necesitó una hora y cuatro minutos para terminar con el cuarto del mundo, David Ferrer y llevarse el título del Abierto Mexicano de Tenis.

Nadal es según los datos y las percepciones el mejor arcillista de todos los tiempos. El sábado por la madrugada su rival de Rafa en semifinales Nicolás Almagro lo dijo: ¿Debilidades?, si es el mejor de la historia en polvo . Y así, como el más grande se llevó su segunda corona en Acapulco, antes lo había hecho en 2005.

Nadal derrotó 6-0 y 6-2 a Ferrer y además se proclamó como el máximo protagonista de la Gira Latinoamericana tras ganar dos de los cuatro certámenes que se disputaron en el continente.

En realidad David siempre ha sido menos que Rafael en arcilla, la única que vez que le derrotó en esa superficie fue en Stuttgart en 2004 y ayer ocurrió lo que en condiciones normales debía suceder, pero lo que sorprendió fue la forma tan letal de hacerlo, como muestra un dato: le rompió el servicio en seis ocasiones.

Ferrer no pudo hacer nada en el primer parcial que terminó en 28 minutos y para el segundo sólo le duró 36. En realidad de los 14 juegos que se disputaron en la noche, sólo cinco fueron realmente reñidos donde se debió llegar al desempate tras el 40 iguales. Lo que le siguió fue todo Nadal.

Rafael además jugó su mejor partido tras su regreso este año luego de una lesión que le impidió estar en las pistas por más de 220 días. Fue ágil, veloz, contundente, como lo era antes de que se rompiera el Wimbledon el verano pasado.

No escatimó en ninguna pelota el esfuerzo, nada, lo corrió todo y a toda su capacidad. Se ha probado en la arcilla de esta temporada en Latinoamérica y los resultados son sensacionales.

He recobrado de a poco las mejores sensaciones , dijo en vísperas de la final. Nadal lo hizo. Despedazó a Ferrer pronto, rápido y sin dudas. Ahora a esperar si Acapulco resultará como hace ocho años en la plataforma para volver a ser el gigante que todo mundo espera que sea y que ya ha sido.

ivan.perez@eleconomista.mx

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