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Huir para representar deportivamente a Afganistán
El deporte femenino es una de las áreas afectadas por la posesión del poder de los talibanes en el país asiático. Las atletas temen perder los derechos por los que han trabajado en las últimas dos décadas.

Hace apenas una semana, el Comité Paralímpico Internacional publicó un video de la taekwondoína Zakia Khudadadi entrenando para hacer su debut en lo que habría sido la primera vez que una mujer representara a Afganistán en unos Juegos Paralímpicos. La noticia pronto dio un giro y el sueño de la joven de 23 años se cortó de tajo una vez que los talibanes tomaron Kabul.
El lunes trascendió que el equipo paralímpico de Afganistán no podrá participar en los Juegos 2021, que empezarán el 24 de agosto. De acuerdo a declaraciones de Arian Sadiqi, jefe de misión afgano, Khudadadi y Hossain Rasouli, los dos paratletas del país, estaban programados para llegar a Tokio el martes, “desafortunadamente, debido a la agitación actual en Afganistán, el equipo no pudo salir de Kabul a tiempo”, dijo a Reuters.
“Mi intención es participar en Tokio, por favor, tómenme de la mano y ayúdenme. Pido a las mujeres en todo el mundo, a instituciones para la protección de la mujer, a las organizaciones gubernamentales, a no dejar que se lleven tan fácilmente los derechos de una ciudadana de Afganistán”, dijo la atleta en un video compartido por el jefe de misión.
Desde que los talibanes fueron derrocados del poder hace dos décadas, las mujeres han ganado más libertades que permitieron que atletas como Khudadadi pudieran competir. A los 18, ganó el primer campeonato de parataekwondo de África (2016) y para Tokio 2020 recibió una wild card para poder participar.
Otra atleta que se encuentra varada en Afganistán es la capitana de la selección nacional de baloncesto en silla de ruedas, Nilofar Bayat, quien en entrevista para Hora 25 explicó que hasta ahora hacía deporte, iba a la oficina y tenía muchos planes “para mi futuro y para mi vida y trabajaba duro para hacerlos realidad. Estaba el baloncesto, siempre pensaba en ello para mejorar. Tenía una vida muy ocupada y segura”.
Pero no ha sido fácil. En 2016, EFE reportó que decenas de atletas, en general, habían abandonado Afganistán debido a la falta de apoyo social, familiar y de recursos para perfeccionar sus habilidades en el deporte y por el miedo a ser blanco de secuestradores o de los talibanes. Entre esos deportistas se encontraban Tahmina Kohistani, que participó en los 100 metros de los Juegos Olímpicos de Londres, y la campeona de taekwondo, Humaira Mohammadi, que optó por continuar con el deporte fuera de su país.
Con la toma del poder de los talibanes, Bayat teme por que se pierdan las libertades por las que se trabajaron durante tanto tiempo. Los talibanes dijeron a los reporteros en su primera conferencia de prensa oficial en Kabul que respetarían los derechos de las mujeres dentro del marco de la ley islámica.
“Lo hemos perdido todo. Todo por lo que habíamos trabajado y habíamos conseguido en estos 20 años. Y está claro para todo el mundo que no hay futuro para las mujeres en Afganistán porque los talibanes seguirán todas las normas que ya seguían antes: no dejarán que las mujeres salgan de casa y sean parte de la sociedad”, dijo la también licenciada en derecho.
Tras la llamada de ayuda de Khudadadi, el Ministerio Español de Asuntos Exteriores formuló en su petición para evacuar a sus ciudadanos de Afganistán incluir a la atleta Zakia Khodadadi, según información de EFE citadas por el diario AS.