Ernesto Escobedo: apuesta privada hacia un nuevo ídolo del tenis mexicano

Al revisar cuántos mexicanos aparecen en la actualidad en el ranking mundial de tenis varonil profesional (en la rama de singles), la página oficial de la ATP arroja 12 nombres, pero ninguno de ellos en el top 100, a diferencia de otros países latinoamericanos como Argentina, Chile o Brasil, que cuentan con 7, 2 y 1, respectivamente.

El más avanzado en México es Ernesto Escobedo, ocupando el ranking 472. Sin embargo, Escobedo no es un novato que esté descubriendo el camino en el profesionalismo. En 2017 llegó a estar entre los mejores 70 singlistas del mundo y ya tiene al menos una participación en cada uno de los Grand Slams.

Escobedo nació en Los Ángeles, California, y desde que debutó como profesional en 2014 hasta 2022 representó a Estados Unidos dentro del tenis. Ahora tiene 27 años y pertenece a una generación de prospectos estadounidenses que incluía a Frances Tiafoe, Tommy Paul y Taylor Fritz.

Fue a inicios de 2023 cuando "Neto", como le conocen en su entorno más cercano, hizo oficial su cambio ante las autoridades tenísticas para representar a México, una señal de orgullo personal porque sus padres son originarios de Zacatecas. Es el mejor singlista mexicano (varonil) de la actualidad y su proyecto gira en volver al top 100.

El Economista platicó con Ernesto Escobedo y su entrenador, Paco Tarazona, desde las instalaciones del México City Open 2024, torneo ATP Challenger en el que "Neto" hará su debut este martes, buscando su quinto título de la categoría.

Costo por el cambio de país

Ernesto Escobedo cuenta con dos entrenadores en la actualidad: en Estados Unidos es Chris Groh y en México es Paco Tarazona, quien lo acompaña actualmente en el Centro Deportivo Chapultepec para encarar el México City Open.

Tarazona es uno de los miembros más importantes de su entorno. Empezaron a trabajar juntos hace año y medio y fue él quien lo convenció de cambiar su representación en el tenis de Estados Unidos a México, aunque eso implicó que el propio entrenador tuviera que desembolsar una inversión de sus bolsillos.

“Como la USTA (Asociación de Tenis de Estados Unidos) lo apoyó y le invirtió dinero, fue un tema de negociación donde había que pagar la deuda de lo que se había invertido en él (…) La deuda fue de 39,000 dólares y fue de mi bolsa. La razón fue la mucha fe que le tengo al tenis de ‘Neto’ y porque creo que sería un gran representante para el tenis mexicano, apoyando a los chavos al tener a una figura como él”, explica Paco Tarazona a El Economista.

Cuestionado sobre el papel que jugó la Federación Mexicana de Tenis (FMT) en este proceso, Tarazona menciona que “sí estuvo involucrada al darle el aviso a ITF (Federación Internacional de Tenis)”, apoyando con los papeleos en una gestión que duró alrededor de tres meses. Pero la deuda a la USTA fue pagada totalmente por él.

—¿Y cuál es el retorno de inversión que espera tras esta inversión hacia Ernesto?

—“Esta respuesta nadie me la va a creer: no tengo ningún contrato ni nada firmado con Ernesto. Lo hice por amor al tenis, por creer en él, por mandar una señal a patrocinadores y a otras personas involucradas en el tenis de que se tiene que apoyar desinteresadamente. Se va a oír muy cursi, pero mi mejor pago es que él recupere su confianza y logre estar de regreso donde merece. Hoy yo lo patrocino, no tengo ningún contrato, lo apoyo porque confío en su tenis”.

Por su parte, el jugador platicó a este diario que desde hace varios años tenía el interés de cambiar su representación tenística hacia México.

“La verdad, yo siempre había querido cambiarme a México. Lo iba a hacer en 2017, pero no se pudo, y ahora estoy muy orgulloso. Fue una decisión personal más que por la familia o el dinero, siempre he querido jugar y apoyar el tenis de aquí, porque sentía que faltaban jugadores en México. El proceso fue con la federación, pero ellos no me ayudaron tanto, la persona que me ayudó mucho fue Paco (Tarazona)”.

El abuelo de Ernesto, con el mismo nombre, le inculcó la práctica del tenis a su padre y a su tía Xóchitl Escobedo (representante de México en los Juegos Olímpicos de 1988) en su natal Zacatecas, construyendo una cancha improvisada en el patio de su casa.

Aunque el abuelo falleció hace un par de años, ‘Neto’ sigue la tradición familiar de este deporte y recalca que no hizo el cambio para representar a México por una remuneración económica: No, la verdad no estoy haciendo esto por dinero, esto es más personal para mí, entonces, el dinero no me importa”.

Planes: volver al top 100 y crear una academia

La confianza del entrenador Paco Tarazona está depositada en regresar a Ernesto Escobedo al top 100 de singles de ATP, lo cual le permitiría tener más frecuencia en torneos de mayor jerarquía, como lo hizo ente 2016 y 2021, cuando alcanzó segundas rondas de los Grand Slams (en Australia y US Open).

Pero el primero en tomar con mesura este objetivo es el tenista: “Ahora veo todo muy diferente. En 2017 estaba en el top 100 y me perdí un poco, pero ahorita mis metas son echarle ganas todos los días al 100% y estar en paz, porque siento que no tengo presión. Ya fui top 100, ya jugué Grand Slams, Masters y estoy haciendo esto porque me encanta. El ranking es importante, sé que puedo estar otra vez en el top 100, pero hay que trabajar duro cada día”.

México carece de una figura en singles varonil en la actualidad. En singles femenil, hace algunas semanas Renata Zarazúa dio un golpe de autoridad al entrar al top 100, mientras que en dobles hay figuras constantes como Santiago González y Giuliana Olmos. Ahí está el área de oportunidad para Ernesto Escobedo.

“Lo hemos llevado de manera prudente para que vaya retomando su nivel. Nuestra meta es el top 100, pero sin tanta prisa ni ansiedad”, detalla Paco Tarazona.

“Hemos logrado que ‘Neto’ vaya entiendo que esto es un proceso: regresar a la humildad, generar confianza, ponerlo bien físicamente, sin duda tiene el tenis, falta la parte mental que vamos trabajando y le tengo mucha fe. No le ponemos fechas para este regreso al top 100 porque sería contradecirme en el proyecto que estoy con él”.

—¿Qué le falta a México para volver a tener un top 100 en singles varonil?

—“Ayudaría mucho tener una mejor federación, porque de ahí los trámites, consejos, calendarios de infantiles y juveniles son muy malos, aunado a los torneos. México, claro, hay que aplaudirlo, tiene muchos torneos infantiles y juveniles, sobre todo de ITF, pero la realidad es que ni un torneo de federación, todo es de promotores, externo, entonces, no hay seguimiento ni un calendario que haga sentido. Yo estoy feliz ayudando, pero somos pocos los que lo hacemos desinteresadamente. Una buena gestión de federación con un buen programa ayudaría mucho más”, responde Tarazona a este medio.

Ernesto Escobedo habla de la disciplina como el principal pilar para que las nuevas generaciones de tenistas en México puedan sobresalir en el entorno profesional. En la parte económica, por ahora sólo cuenta con dos patrocinadores, que son New Balance y Babolat, aunque su entrenador espera que sus resultados puedan impulsar este rubro.

—¿Es más accesible atraer patrocinadores para Ernesto con el cambio de Estados Unidos a México?

—“Si logra regresar a ese nivel (top 100 de ATP), sí, sin duda. Es muy sencillo, en Estados Unidos hay muchos más tenistas como él, entonces en México por supuesto que puede tener más patrocinadores”.

Finalmente, Escobedo habla de su visión a largo plazo dentro del tenis. Con un tono de voz que contagia sencillez, resalta la longevidad de su profesionalismo y un proyecto binacional de formación de talentos.

“Ojalá pueda jugar hasta los 35 o 40 años, pero que sea lo que Dios quiera. Después del tenis, quiero tener una academia en México o Estados Unidos para apoyar a los juniors. Hay que empezar con una, pero lo que quiero es apoyar este deporte porque me ha dado mucho”, remarca en la entrevista concedida a El Economista.

Ernesto Escobedo debutará este 2 de abril en el cuadro principal de singles del México City Open contra el británico Oliver Crawford, sexto mejor sembrado del torneo. La delegación mexicana de este evento también se forma por Rodrigo Pacheco, Alex Hernández y Hans Hach (este último en dobles).