Cruz Azul es top 5 con dosis de orgullo ante América

“Te vas a quedar sin quincena”, le dijo un aficionado del Cruz Azul a otro del América con cierto nerviosismo. Era el minuto 97 y solo una cosa podía pasar: empate o victoria para La Máquina. Desde los 11 pasos, Jonathan ‘Cabecita’ Rodríguez decidió que fuera triunfo.

Cruz Azul regresó a la victoria jugando como local después de un mes y 12 días tras derrotar 2-1 al América y extender su invicto frente a las águilas a seis partidos, pues no pierden desde el Clausura 2019. El triunfo fue recibido por un eufórico desahogo de la afición celeste, pues en este torneo su equipo solo ha ganado tres de los siete partidos disputados en el estadio Azteca.

El inicio fue alentador con una insistente ofensiva, encabezada por Santiago Giménez y Orbelín Pineda, que culminó con un gol a los 20 minutos, por parte de Pineda. Sin embargo, una revisión en el VAR decretó que había fuera de lugar y el grito de gol se ahogó en desesperación.

Aún así y con una torrencial lluvia encima, Cruz Azul no dejó de atacar y al minuto 47, ya sobre la compensación del primer tiempo, se pudo poner arriba en el marcador gracias a un zurdazo de fuera del área de Roberto Alvarado, quien a mitad de semana había anotado con la selección mexicana en el amistoso contra Ecuador.

La victoria era el objetivo a todas luces de un Cruz Azul aguerrido que disputaba cada pelota como si se tratara de una final. Ignacio Rivero, Luis Romo y Pablo Aguilar hacían hasta la más extraña contorsión con tal de evitar los ataques americanistas y así sumar los tres puntos que metieran a La Máquina en el top 5.

Sin embargo, la pausa del segundo tiempo cambió el panorama. América regresó con más fuerza que el rival y apenas al 51’ logró el empate con un cabezazo de Federico Viñas y asistencia de Miguel Layún, que llegó a cuatro en tres partidos consecutivos, su mejor registro en la Liga MX. El propio Layún hizo congelarse a los aficionados azules con un tiro al poste al 70’.

América presumía mejor control de balón pese a haber hecho modificaciones en su alineación luego de la final de Concacaf perdida el jueves en Monterrey. Sebastián Córdova, Nicolás Benedetti y el propio Viñas insistían, pero el segundo gol nunca llegó.

Lo que sí llegó fue un contragolpe de Cruz Azul al minuto 91, guiado por "Cabecita" Rodríguez, quien debido a su rendimiento inestable en el torneo no arrancó como titular. Un grave error del defensa águila, Bruno Valdez, provocó la descolgada que terminó en penal y expulsión (Emanuel Aguilera) a favor de La Máquina.

La incertidumbre inundó el estadio porque en un principio el penal no fue señalado. El árbitro, Luis Enrique Santander, de nueva cuenta acudió al VAR pero esta vez no para quitarle un gol a Cruz Azul, sino para darle una oportunidad de marcar. Y así fue. El penal se decretó al 97’, cuando "Cabecita" tomó el balón y fulminó a Guillermo Ochoa para darle el triunfo al conjunto cementero.

No solo fue la reivindicación de Rodríguez ante su gente en un torneo en el que apenas llevaba dos goles antes del penal, una cifra contrastante con los nueve que logró en el torneo pasado, el del título de La Máquina. La tercera anotación de "Cabecita" también sirvió para que Cruz Azul escalara al quinto lugar general y roce la zona de clasificación directa a liguilla.

“Por el tema de ausencias que tuvimos en este torneo, lo más trascendental es llegar a liguilla de manera directa o en repechaje, pero con equipo completo”, dijo como previa Luis Romo, seleccionado nacional del Cruz Azul. Aún así, el Clásico Joven les sirvió para escalar a los primeros puestos, ya que ahora solo están a un punto del Toluca en la lucha por los primeros cuatro lugares y todavía tienen dos partidos: el miércoles en el estadio Azteca ante León y el domingo en CU ante Pumas.

La afluencia total del estadio Azteca para el Clásico Joven fue de 31,260 aficionados, la más grande del Cruz Azul jugando como local en este torneo (representa el 38% de la capacidad del inmueble). La Máquina buscará cerrar el torneo en el top 4 o al menos mantenerse en quinto para disputar el repechaje en su casa.