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Postre para Año Nuevo: Crumble de manzana crujiente y perfecto para cerrar la noche

El crumble de manzana es un postre de equilibrio: fruta suave al vapor, una costra crujiente que cede con la cuchara y un dulzor que no invade. Funciona para Año Nuevo porque puede hornearse horas antes.
A diferencia de Navidad —más formal y de platos principales que buscan lucirse— Año Nuevo requiere postres que no exijan presencia inmediata, que puedan esperar mientras se preparan las uvas, alguien toma una llamada o se abre una botella inesperada de vino.
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El crumble cumple con esa lógica:
- Permanece cálido si se cubre.
- Puede servirse en refractario al centro o en porciones individuales.
- No requiere batidora ni técnicas avanzadas.
- Su aroma convoca: canela, mantequilla, fruta cocida.

Ingredientes (8 porciones)
Para la base
5 manzanas grandes, rojas o verdes
2 cucharadas de azúcar o miel
1 cucharadita de canela
1 cucharada de jugo de limón
(Opcional) un puñado de arándanos deshidratados o nuez picada
Para el crumble
1 taza de harina
½ taza de avena
½ taza de azúcar (blanca o mascabado)
100 g de mantequilla fría en cubos
Pizca de sal
(Opcional) canela extra para acentuar aroma
Preparación paso a paso
Preparar fruta. Pela y corta las manzanas en cubos medianos. Mezcla con canela, limón y azúcar. Deja reposar unos minutos para que suelten jugo.
Armar crumble. En un tazón, integra harina, avena, azúcar y sal. Añade la mantequilla fría y mezcla con dedos hasta formar migas irregulares —la clave es no compactar.
Montaje. En un refractario, coloca la fruta y, encima, distribuye el crumble sin presionar.
Hornear. 180 °C durante 25–30 minutos, hasta que la costra esté dorada y la fruta burbujee.
Reposo. Deja reposar 10 minutos antes de servir. El vapor interno fija texturas.



