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Arte e Ideas

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Una nueva forma de pensar el mundo virtual

El financiamiento de proyectos en línea forma parte de una nueva visión de nuestro mundo.

En el 2009, Jono Bacon se dio cuenta de que el mundo había cambiado cuando llegó a una reunión de extraños dispuestos a diseñar software, muchos de los cuales se habían conocido en línea y muchos de los cuales no vivían en la misma ciudad.

Según Bacon (programador de software), en los últimos 20 años hemos visto el surgimiento de una nueva forma de ser: la gente se ofrece de manera voluntaria y desinteresada para participar en un proyecto que la involucre con otras personas que comparten los mismos intereses. Desde comunidades en línea hasta gente que se reúne en grupos religiosos, instalaciones artísticas, aerobic o yoga.

La idea de hacer comunidad no debe verse como parte de una cruzada, es la manera en que puedes unir a las personas para marchar juntas, hacia delante, lado a lado , nos dice Bacon en su libro The art of Community, donde además nos comenta su experiencia sobre la creación de comunidades en línea. Lo más importante es que Bacon cree que este tipo de pensamiento es lo que hará del mundo donde vivimos un lugar mejor.

Es en este nuevo tipo de pensamiento donde el crowdfunding tiene sus raíces.

En Internet, esta actividad puede rastrearse hacia el inicio de este siglo, con desarrolladores independientes de software (como lo observa Bacon) y con una plataforma llamada Artistshare (2001), un sitio en línea que permitía a músicos financiar sus proyectos. Posteriormente, surgieron Kickstarter e Indiegogo, empresas que abren sus espacios básicamente para cualquier tipo de idea, ya sea artística (discos, películas, obras de teatro), altruista, para mandar a que niños de escasos recursos vayan a la escuela o apliquen para un programa específico , para iniciar una compañía lucrativa o para construir un robot luchador.

En México, una de las plataformas más populares para esta actividad es fondeadora.mx.

Uno de los casos más importantes de éxito en las plataformas de crowdfunding, lo expone la revista Wired en un artículo de marzo.

Los éxitos de Studio Neat, gracias a Kickstarter y por su puesto a la venta de los productos que ha desarrollado la empresa de Tom Gerhardt y Dan Provost (ambos de 31 años), ha permitido a sus dueños tener un estilo de vida solvente y manejar una compañía global con sólo dos computadoras iMac, dos escritorios y una impresora 3D.

Gracias a la modalidad de crowfunding, muchas personas con buenas ideas pero con poco dinero han podido hacer sus sueños realidad en casi todo el mundo.

Pero no todos los proyectos resultan exitosos, y peor aún, ha habido casos de estafas a través de estas plataformas.

Por ejemplo, tenemos en Estados Unidos el caso de Erik Chevalier, quien juntó cerca de 122,000 dólares para un juego de mesa. Durante 14 meses, Chevalier dio a sus fondeadores avances falsos de su proyecto; mientras gastaba el dinero en pagar renta y otros gastos personales. Un día anunció que el proyecto se cancelaba.

Las regulaciones sobre esta actividad comenzaron apenas en el 2015 en Estados Unidos; sin embargo, según Robert Shiller en un artículo de The Guardian, titulado Crowdfunding needs good regulation to flourish , aún están lejos de ofrecer un marco de acción sólido.

Afortunadamente el crowdfunding no se ha convertido en una actividad financiera importante,pero sigue en aumento, comenta Shiller.

Habrá que estar preparados pues esta práctica tiene mucho futuro.

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