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Una colección casi secreta
Durante décadas, Álvar Carrillo coleccionó estampas tradicionales del Japón feudal; hoy se exponen en el Museo Carrillo Gil junto a varias obras del siglo XXI.

Para los visitantes no asiduos a los museos del DF (como lo fue esta reseñista hace varios años), este dato les caerá de novedad: el Museo Carrillo Gil, conocido como lugar de arte contemporáneo experimental, posee una colección riquísima de estampa tradicional japonesa.
La colección, personalmente recogida por Álvar Carrillo Gil (el patrón del museo) durante décadas, se muestra poco.
Por eso Ukiyo-e, imágenes del mundo flotante es una exposición especialmente valiosa, una grata oportunidad para conocer esas rarezas.
Los ukiyo-e ( mundo flotante ) son una forma gráfica tradicional del Japón de los samuráis. Estampas populares que lo mismo retratan guerreros que damiselas o escenas de la vida diaria en la ciudad del imperio, se produjeron durante cientos de años, especialmente en los siglos XVII al XIX.
Hechas de papel delicado e impresas en muchos colores, algunas ilustran anécdotas históricas y fábulas de abuela, otras servían para promover espectáculos. Muchas son eróticas.
Todas son muy bellas, a juzgar por lo que ofrecen las paredes del Carrillo Gil.
A una buena parte del público esas imágenes no le serán nada desconocidas. Aunque nunca se haya visto un ukiyo-e en persona, seguramente los han visto en tatuajes y en grafitis, pues en los últimos años el arte callejero ha retomado la iconografía del Japón feudal y la ha hecho suya.
Como la misión actual del Carrillo Gil es el arte contemporáneo, el mejor modo para que estas piezas encontraran acomodo en este espacio era hacerlas convivir con obras de artistas presentes.
Así, para lograr la exposición, a un puñado de creadores se les dio acceso a los ukiyo-e para que crearan a partir de ellas arte específico para esta exposición. (Qué envidia poder disfrutar a solas la colección casi secreta del doctor Carrillo Gil).
Se invitó a artistas mexicanos y japoneses a la exposición. Grandes nombres, entre ellos: Ken Kitano, fotógrafo de fama mundial; Dr. Lakra, que a partir del tatuaje conoce bien los ukiyo-e, y Tetsuo Suzuka, artista visual conocido por sus obras gráficas en movimiento y sus videoartes.
Debo decir que las obras contemporáneas, si bien denotan exploración, resultan mucho menos atractivas que los ukiyo-e. Algunas son muy vistosas, como la recreación de un vestido nupcial japonés del siglo XVII o las cerámicas intervenidas por la artista Ana Gómez. Pero son sólo eso, obras vistosas. De entre estas reinterpretaciones, me interesaron las imágenes de Floria González, que con gran belleza retrata a mujeres posando como personajes fabulosos tradicionales de Japón. Otra obra inquietante son las piezas del artista japonés Ken Kitano, fotógrafo. De su serie Our faces, la exposición rescata un par de placas de lo que parecen ser mujeres fantasmales que recorren el Tokio de hoy.
Ukiyo-e, imágenes del mundo flotante
- Museo Carrillo Gil.
- Dirección: Revolución 1608, Guadalupe Inn.
- Abierto: Martes a domingo, de 10 AM a 6 PM.
- Entrada: $19
cmoreno@eleconomista.com.mx