Premian proyectos de economía de la salud en México

Con la premisa de fomentar y reconocer proyectos relevantes en investigación biomédica en el país que estén en curso, pero también para ofrecer a los investigadores la posibilidad de terminarlos, se otorgó el pasado jueves 4 en la noche el Premio Nacional de Investigación en su edición XXV.

Cuatro son las especialidades premiadas: investigación biomédica básica, clínica, epidemiológica y economía de la salud; en esta última categoría, el ganador del primer lugar, Víctor Marcial Granados García, realizó un análisis de costos médicos de tratamiento en pacientes con cáncer cervicouterino.

Granados García explicó en entrevista para El Economista que su proyecto realizado en el hospital de alta especialidad de oncología del IMSS tiene especial relevancia porque cada vez hay más presiones financieras para las instituciones y disponer de información para saber cuántas personas están enfermas y cuánto están costando permite desagregar la información tanto en etapas de la enfermedad, tipos de atención que se provee y muchas cosas que están en el sistema pero nadie las sabe.

Por ejemplo, hay una etapa en la que no se puede clasificar el cáncer y esa etapa es también costosa. Para el periodo de seguimiento en un hospital de alta especialidad, que es breve (alrededor de seis meses), se invirtió alrededor de 60,000 y 70,000 pesos en 282 mujeres que fueron tomadas como muestra para el análisis .

Ahora el proyecto de Granados García está enfocado en aumentar la investigación a tres hospitales de segundo nivel y dos de alta especialidad (la Raza y Centro Médico)y una vez que se tenga la muestra total, que es alrededor de 9,000 pacientes, podremos continuar con una segunda etapa que sería un análisis comparativo , explicó.

Un padrón único para el sector salud

Por su parte, José Augusto Gallegos Hernández, ganador del segundo lugar en la misma categoría, realizó un análisis sobre los efectos que ha tenido el Seguro Popular con respecto a la proporción de la población afiliada al IMSS, el uso de servicios hospitalarios provistos por el IMSS y el sector privado y la interacción entre afiliación y uso.

El análisis de Gallegos Hernández, de 23 años, deja a la vista oportunidades para la mejora del sistema de salud, sobre todo en el aspecto de la información que se está generando para evaluar y mejorar las acciones implementadas en el sistema, ya que existe el uso cruzado en instituciones populares (afiliación a varias instituciones) que generan un problema de recursos.

El recién egresado de la carrera de Economía del ITAM aseguró que de su tesis, ahora ganadora del Premio Nacional de Investigación, se podrán realizar diversas propuestas de políticas públicas como la creación de un padrón universal de derechohabientes que incluya a los afiliados de todas las instituciones de seguridad social y protección social con un número de identificación único y con criterios homologados de afiliación y baja para todas las instituciones. Esto permitiría eficientar los recursos al evitar la colisión de afiliados (afiliaciones múltiples).

La aportación gubernamental promedio anual por afiliado considerada en el informe de enero-junio del 2013 es de 2,734 pesos por persona, así, nos encontramos con que hay alrededor de 17,800 millones de pesos, de los cuáles por lo menos la mitad podría estar mal asignada. Esto es importante, ya que el número de afiliados es uno de los determinantes más importantes de los recursos que se asignan a cada institución , refirió.

Asimismo, el padrón único permitiría generar información para conocer la interacción entre las distintas instituciones que proveen servicios de salud y sobre todo conocer cómo cambia la condición de los individuos de población cubierta abierta en el tiempo; de esta manera, generar una estrategia más completa para dar cobertura a toda la población y podría servir como una plataforma para añadir otros beneficios de seguridad social o protección social según sea el caso.

Fundación GSK

José Alberto Peña, presidente honorario de la Fundación GSK (institución que otorga el premio junto con la Fundación Mexicana para la Salud, Funsalud), comentó que todo producto que acaba en una industria tiene que empezar por la investigación. Así, el saber que estamos estimulando una investigación en etapa temprana que algún día va a llegar a alguna finalidad, que no necesariamente será un producto pero sí un descubrimiento, es motivo de orgullo, es un estímulo a lo que hoy está pasando en el país con el interés de que esto pueda generar más impulso a la los investigadores y a las instituciones , dijo.

Se requiere que estos esfuerzos por premiar a la investigación se traduzcan en mejores posibilidades de tratamiento y cuidado de la salud de los mexicanos.

nelly.toche@eleconomista.mx